01 de Marzo: Lugar Santo

Éxodo 3:5 ¨Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.¨

 

Amados, hoy es un gran día para alabar a Dios, para cumplir su voluntad en todo, y perfeccionarnos continuamente, para hallar su favor. Procuremos brindar un ejemplo correcto de obediencia a la voluntad de Dios, y, compartamos este mensaje, que bendecirá la vida de nuestro prójimo.

 

 

Estas palabras fueron dichas por el Señor, a Moisés. Moisés, el hombre que nació en Egipto, mientras su pueblo estaba siendo esclavizado, pero luego se convirtió en un príncipe egipcio, sin embargo, salió de Egipto, y en este tiempo cuando Dios conversa con él, Moisés estaba viviendo en la tierra de Madian, él tiene 80 años de edad, y, ya es un Señor anciano, y así está escrito en el capítulo 3 de Éxodo, que Moisés cuando está cuidando de las ovejas, allí en el desierto, Moisés ve a una zarza ardiendo pero sin consumirse,  y el encontró eso muy extraño por eso se aproximó, y mientras se acercaba, le fueron dichas las palabras ¨No te aproximes, quítate las sandalias de los pies, porque el lugar en que estas es tierra santa¨, porque Dios estaba allí, en aquel lugar, para encontrarse con Moisés, creamos que es la presencia de Dios la que santifica el lugar, es por eso que Dios dice ¨Quítate las sandalias, porque el lugar donde estas es tierra santa¨, todos los que adoramos a Dios precisamos saber que es su presencia la que santifica el lugar, inclusive el acto de adoración, presupone conexión, entrega, sumisión, nunca adoramos a Dios, si no nos conectamos a Dios, cuando no nos sometemos al Señor, cuando no nos entregamos a él, estamos actuando mal. En, Eclesiastés 5:1 se establece una advertencia, en los siguientes términos: ¨Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.¨, es como que en este versículo Salomón nos dice que debemos estar atentos, que prestemos atención, que cuando vayamos a la casa de Dios, comparecemos a la presencia del Señor, y, su presencia santifica el lugar, y, que cuidemos bien nuestros pensamientos, porque estamos acudiendo a un lugar especial, porque la presencia de Dios está allí, y, su presencia santifica el lugar, tengamos cuidado para tener buenos pensamientos y comportarnos bien. Además de eso, comportémonos bien en todo lugar, y, hagamos constar que la presencia de Dios está con nosotros. Así daremos un buen ejemplo.

 

 

 

OREMOS:

 

Padre amado, gracias por tu enseñanza, y, por permitirnos cumplir tu voluntad, fortalécenos para perseverar haciendo el bien, y, brindando un buen ejemplo al prójimo, para honrarte y alabarte. Peticiones que hacemos en nombre de Jesús.

 

Amen.

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