Etiqueta: Devocional Cristiano
16 de Enero: Si queremos ver a Dios, debemos obedecer sus mandatos
Mateo 5:8 ¨Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.¨
Leer más15 de Enero: Bienaventurados por la misericordia
Mateo 5:7 ¨ Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. ¨
Leer más14 de Enero: Alimentados por la justicia divina
Mateo 5:6 ¨Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. ¨
Leer más13 de Enero: La felicidad en estos dias
Mateo 5:3 ¨ Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.¨
Leer más12 de Enero: Nuestro nombre debe estar escrito en el libro de la vida
Lucas 10:20 ¨ Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.¨
Leer más11 de Enero: El cordero de Dios
Juan 1:29 “El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”
Leer más10 de Enero: Dios es nuestro sol y Jesus nos conduce a él
Malaquias 4:2 ¨ Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.¨
Leer más09 de Enero: Salvos por la fe
Efesios 2:8-9 ¨ Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;¨ – ¨ no por obras, para que nadie se gloríe.¨
Leer más08 de Enero: Tenemos un valor infinito para Dios
Marcos 5:11-13 ¨ Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo.¨-¨ Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos.¨-¨ Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron. ¨
Leer más07 de Enero: El Espiritu Santo lleva la oración a Dios
Romanos 8:26 ¨ Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.¨
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