09 de Marzo: Tierra fértil

Mateo 13:8 “Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.¨

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Nuevamente tenemos el placer de reunirnos un momento más alrededor de la palabra de Dios, a reflexionar sobre las buenas instrucciones y consejos que nos da, porque nos ama y como resultado de ese amor, él quiere cosas buenas para nosotros. Recordemos si la elección es buena, también los resultados lo serán, seamos constantes en la búsqueda de Jesucristo como único camino para llegar al Padre Celestial. Esa es la elección adecuada.

 

 

El conocimiento de la verdad depende no tanto de nuestra capacidad intelectual, pero si de la pureza de propósito, de la simplicidad de una fe confiante en Dios, los ángeles de Dios están siempre a nuestro alrededor, y se aproximan cuando nuestros corazones están humildes y buscando la dirección divina, entonces el Espíritu Santo actúa para abrir nuestra mente y hacernos comprender los ricos tesoros revelados en la palabra de Dios, en la parábola de la semilla contada por Jesús, aquellos que son comparados con la buena tierra son quienes habiendo oído la palabra la guardan en el corazón, a esos ni siquiera todos los seres infernales los pueden subyugar, todos los que desean que las escrituras les sean útiles, requieren reflexionar sobre la verdad presentada en ella, dejando de lado las creencias y dogmas, permitiendo que la biblia les revele al Dios que necesitan conocer, de esa manera la percepción de la verdad será mas clara, y nuestro deseo de pureza de corazón cada vez mas elevado, aquellos que descansan en la pura atmosfera de la meditación, tendrán sus vidas transformadas por la comunión con Dios, mediante el estudio de las escrituras al paso que habiendo oído la palabra de Dios, la guarden en sus corazones, eso producirá frutos, los frutos de la obediencia, ese es el buen resultado obtenido de una relación con Jesucristo. Muchas veces la palabra de Dios entra en conflicto con nuestros rasgos de carácter heredados o cultivados, pero el oyente comparado a la buena tierra acepta las condiciones que la luz del evangelio trae, de manera que todo aquel que desee vivir en armonía con el cielo, requiere estar dispuesto a pagar el precio, la jornada puede ser complicada pero la victoria será cierta, por eso vamos a esforzarnos para comprender estas verdades, pues Cristo trajo luz al mundo que se encontraba en tinieblas y que este mensaje nos toque en el corazón, tierra fértil para que la misma pueda germinar y producir frutos para la gloria de Dios.

 

 

OREMOS:

 

Padre de amor, que nuestros corazones hoy sean esta buena tierra, y que cuando recibamos tu palabra que ella encuentre lugar en nuestras vidas, que ella genere frutos para glorificar tu nombre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen

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