10 de Noviembre: Infortunio mortal

Salmos 34:21 “Matará al malo la maldad, Y los que aborrecen al justo serán condenados.  ¨

 

 

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, celebremos hoy la bendición que Dios nos otorga cada instante de nuestras vidas, diariamente celebremos esta bendición meditando en la palabra bíblica, compartiendo cada mensaje para llegar a un mayor numero de lugares y personas. Imprimamos en nuestro carácter las maravillas de los consejos que Dios nos da. Vamos a administrar el tiempo, para cada día dedicar unos minutos a esta buena practica.

 

 

Si alguien nos hizo mal o alguien está intentando perjudicarnos, quizá sintamos una fuerza grande luchando contra nosotros, la cual angustia nuestro corazón, pero la palabra de Dios es fiel y ella dice que los que odian al justo, aquellos que cometen impiedad, que en sus corazones desean dañar a las otras personas, desean el mal de los otros el tiempo todo, personas que duermen pensando en el mal que podrían causarle a otros, esos con certeza serán condenados, todavía la promesa es fiel para todo el que estuviere cerca del Señor, están protegidos, cuando tengamos certeza de que en el alma y el corazón Dios cuida de nosotros, las cosas quedaran bien nosotros debemos depositar nuestra confianza en el Señor que todo puede, un Dios que no conoce la derrota, la lucha para quien confía en todo momento en Dios, es una lucha que tendrá la victoria, por eso guardemos en nuestros corazones que Dios es el vengador, el vendrá para hacerles justicia a todos aquellos que un día lo rechazaron e hicieron mal a sus pequeños hijos e hijas y no se arrepintieron, ellos no reconocen a Dios como verdadero, entonces, vamos a descansar en la promesa que Dios, sea cual sea el motivo, entreguemos nuestras vidas en las manos del Señor, reconozcamos su grandeza, como un Dios TODOPODEROSO, que puede transformar en nuestras vidas todo lo que fuere necesario, vamos a él, pidamos perdón y reconciliémonos, él nos protegerá y podremos descansar en sus brazos y con seguridad, sabiendo que todos los que intentaren hacer daño deberán prestar cuentas a nuestro Padre Celestial, confiemos en las promesas que Dios ha hecho en nuestras vidas, los problemas vendrán si, pero estaremos seguros en las manos del Padre, ya que él nos cuidará.

 

 

OREMOS:

 

Padre de querido, gracias por la certeza de que un día harás justicia, y que las personas que nos hacen daño o dañan a otra persona, un día recibirán el pago de sus actos. Contribuye con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen

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