07 de Diciembre: La espera

Salmos 69:1-3  ¨Sálvame, oh Dios, Porque las aguas han entrado hasta el alma. ¨ – ¨Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie; He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado. ¨ – ¨Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios. ¨

 

 

 

Amados, que la paz de Dios este siempre con todos, al igual que su misericordia. Feliz día, gracias por permitir que este mensaje contribuya a su edificación cristiana, agradecemos en lo posible que lo comparta en las redes sociales y en sus interacciones cotidianas porque asi demostramos amor al prójimo.

 

 

 

 

Este es uno de los muchos salmos que David escribió, y aquí conseguimos observar las palabras de un hombre, verdaderamente angustiado, nosotros no sabemos los motivos por los cuales David se sentía angustiado, lo que sabemos es que el estaba pasando por momentos difíciles en la vida, al mirar a este salmo contemplamos que él sentía que las aguas de la vida, las tempestades estaban queriendo cubrir todo  su cuerpo, y si a muchos de nosotros nos ha ocurrido que al llegar los problemas nos desesperamos, nos sentimos arropados por ellos, en que estamos viviendo el momento mas terrible de nuestra historia, el mismo sentimiento de David puede estar hoy en nuestros corazones, a veces nos sentimos sin fuerzas, creemos que no hay más salida porque las aguas del conflicto nos sumergen, sentimos que parece que el mar quiere hundirnos, que las olas, parece que vienen cada vez más fuertes y nos derrumban y parece que estamos a punto de desistir y comenzamos a ahogarnos, a beber agua  salada y cuando más intentamos libertarnos, levantarnos, hay una corriente que abajo hala para que no salgamos a flote, en una situación similar era que David se sentía y allí en medio de esta angustia el texto dice que el clamaba tanto a Dios que su garganta se secó y los ojos se desfallecieron de tanto clamar al Señor, si creemos que eso está ocurriendo en nuestras vidas tengamos certeza de que las olas turbulentas de la vida no duraran para siempre, ellas van a pasar, David puede sentir que en su corazón la respuesta de Dios estaba viniendo porque él es TODOPODEROSO, y bajo al mundo únicamente para levantar a David en el campo de batalla, para libertarlo frente al sufrimiento, esta es la enseñanza que contiene el verso, aquí en el versículo 33 David relata que Dios responde al necesitado y no lo desprecia, nosotros podemos sentirnos hoy como David, quizá nosotros necesitemos del rescate del Señor, y seremos rescatados. Podemos sentir que las fuerzas se están agotando, pero Dios va a abrazarnos, podemos pensar que sea el peor momento de la vida pero Dios nos cargara en sus brazos, no olvidemos que las peores crisis dan a Dios la oportunidad de revelar su gran poder, no desistamos ahora, Dios va a cuidar de nosotros, él no nos abandonara en el medio del mar revuelto, él va a levantarnos y colocarnos a salvo,

OREMOS:

Padre celestial, gracias por esta promesa que hoy nos fortalece y nos asegura tu ayuda en los momentos difíciles, confiamos en ti para que nos pongas a salvo en esos momentos. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.

Amen.

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