Juan 17:4 ¨ Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.¨
Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Grande es el Señor y su misericordia sin sombra de dudas, va a alcanzarnos a todos, seamos cumplidos con la voluntad de Dios. Según Marcos 16:15, precisamos ir a predicar sin cesar hacia todo el mundo, a lo cual le podemos agregar que un método adaptado a la tecnología es la predicación mediante el clic, usemos tal beneficio para bendecir.
Cuando Jesús pronuncia las palabras contenidas en el versículo, está mirando para el cielo, y haciendo la llamada oración sacerdotal, poco antes de ser detenido y llevado a la Cruz, entonces, en ese momento Jesús estaba hablando con Dios, y diciéndole las palabras que se establecen en el verso, imaginemos la escena, cuando Jesús tiene conocimiento sobre su crucifixión, y se detiene a mirar toda su vida, una vida de obediencia, Jesús pensó en toda su existencia, desde su nacimiento hasta aquella hora, y cuando piensa en toda su existencia, le habla al Padre Celestial, sobre la obediencia que tuvo, ¿Sera que podremos también cuando estemos al final de nuestras vidas, mirar atrás y decirle a Dios sobre nuestra obediencia a su voluntad?, una persona que tiene esa convicción y pensando exclusivamente en Jesús, aunque la hora de la muerte se aproximaba, él estaba en paz, porque el sabía que había cumplido, él vivió para gloria de Dios, muchos podemos pensar durante años, que el objetivo de la vida es ser feliz, pero la verdad es que el objetivo es glorificar a Dios, en el texto de Isaías 43:7 ¨ todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.¨, Dios revela que el propósito de la vida es glorificarle, y cuando vivimos de esa manera, logramos encontrar la felicidad, quien vive para gloria de Dios es feliz, es imposible vivir para glorificar a Dios y no ser feliz, porque en la medida que estamos conectados al creador, nosotros, nos encontramos con la vida de un modo particular, es la conexión con Dios, lo que da sentido a nuestra existencia, por eso precisamos vivir para gloria de Dios y veremos que quien vive de esa manera encuentra la felicidad, ojala procedamos así como dice el versículo que encabeza este texto, y en algún momento de nuestra vejez podamos hablar estas mismas palabras a Dios. Vivamos para glorificar a Dios.
OREMOS:
Padre de Amor, estamos aquí y es maravilloso conocer sobre tu palabra y vivir cumpliéndola porque eso nos aporta sensación del deber cumplido, y una gran felicidad. Colabora con nosotros. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.
Amén.