268 Pecadores en las manos de Dios

Lucas 13:8-9 ¨Él entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después. ¨

 

Feliz y bendecido día, que la paz de Dios sea con todos y su misericordia nos alcance, en este hermoso tiempo, prepararnos para la segunda venida de Jesús es lo más apropiado, por eso sintamos un lindo estímulo motivador que nos da nuestro Creador, porque estamos andando por el camino indicado al estudiar, meditar y predicar su palabra mediante la práctica de la evangelización mediante el clic, qu7e es el procedimiento que hemos adoptado para llevar este mensaje de amor al prójimo, y así poder bendecirlo de manera grata y agradable.

 

 

Desde años anteriores a 1745 las colonias americanas de la costa oeste, conocieron una regulación espiritual denominada ¨Gran Despertar¨, uno de los lideres de este movimiento, predico un sermón denominado ¨Pecadores en las manos de un Dios iracundo¨, que para algunos se convirtió en símbolo de una perspectiva cruel, enfocada en el infierno de muchos cristianos, ese sermón explicaba la verdad del peso terrible del pecado, la actitud de un Dios infinitamente Santo para con el pecado y la seguridad de un día de juicio, que a todos nos va a alcanzar, no es muy fácil mantener la balanza equilibrada entre la fe y las obras, veamos como por un lado Jesús dice que si permanecemos en él, produciremos mucho fruto, lo cual es producto de los seres salvos por él, esto es que si permanecemos en el, estaremos seguros en la salvación, por causa de su justicia, que nos es atribuida, al mismo tiempo, el nos advierte que si no permanecemos en él, no produciremos fruto, y quien no produce fruto se seca, y al final, serán lanzados en el fuego para ser quemados, la lección de este texto no es la salvación por medio de frutos, que sería otra manifestación de salvación por las obras, pero hay que dejar claro que no somos salvos por las obras, sino por la producción de frutos, nuestro fruto revela la realidad de la salvación que tenemos en Jesús por la fe, entonces la producción de frutos, ella es una expresión de la salvación, y no un medio para alcanzarla, es importante comprender esta distinción, porque de lo contrario, tarde o temprano, nos apartaremos de Jesús. Cumplamos estrictamente lo previsto por Dios y contemplado en las enseñanzas de Jesús.

 

 

OREMOS:

 

Padre de Amor, gracias por instruirnos con tanto amor, para que cuidemos nuestra salud de manera integral, porque nuestro cuerpo es templo para ti, ayúdanos a seguir todas las prácticas debidas para mantener e incrementar nuestra salud, y aunque sea difícil, ayúdanos a acostumbrarnos a tener una dieta sana, un descanso adecuado y un pensamiento positivo, que nos permita superar las adversidades teniendo plena fe en tu promesa. Ayúdanos siempre. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amén.

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