03 de Mayo: Su ligación depende de quién es él

Juan 21:6 – 7 “El les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces. “ – “Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: !!Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar. “

 

 

 

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, gracias por sacar un tiempo para meditar en la palabra de Dios, ello sin duda es una enriquecedora actividad que nos provee de las cualidades necesarias para tener una buena caminada hacia la salvación, además de permitirnos llevarle a nuestro prójimo, la esperanza necesaria, por eso es necesario que compartamos este material.

 

 

Pedro paso sus últimos días siguiendo las enseñanzas del maestro, haciendo parte del ministerio de Cristo, y en la noche de la ultima cena el prometió a Jesús que estaría con el hasta la muerte, pero Jesús le respondía ¨ En verdad Pedro, yo te digo que esta noche antes de que el gallo cante, vas a negarme 3 veces ¨, horas después eso ocurrió, a partir de ese momento Pedro no era más el mismo, sus pecados repetidos lo hacían sentirse miserable, indigno, inmerecedor de estar al lado de Jesús, en ese momento todos miraban hacia el juzgando que no merecía mas estar dentro del grupo de los doce, el capítulo 21 del libro de Juan, nos muestra que Pedro iba a volver a su antigua vida porque él creía que no estaba a la altura de lo que Dios le pedía, él no quería ser un hipócrita, ¿nosotros alguna vez nos sentimos así?. El este capítulo de Juan 21, aparece a los discípulos en la playa mientras ellos pescaban, y aconteció un milagro, todo por seguir las instrucciones con fe, aconteció algo extraordinario para Pedro, veremos que Jesús recrea el mismo escenario de cuando llamo a Pedro por primera vez, era el mar de tiberiades donde Pedro estaba con sus compañeros, en el barco, durante toda la noche no habían pescado nada, y en la mañana tuvieron el encuentro con Jesús, el Salvador se preocupó por todo eso, porque él quería recordarle a Pedro y a nosotros que Dios no nos llama por nuestros méritos, pero por su bendita gracia cuando nosotros pensamos que solo podemos ir a Dios, por quienes somos nosotros y no por quien es el, acabamos frustrados, pero cuando entendemos que podemos ir a Dios para buscar su misericordia y amor, como hizo Pedro en el versículo 7, con un gran amor porque cuando percibimos la magnitud con la cual somos amados, no queremos permanecer lejos de la persona que nos ama, Dios nos bendiga, y aunque es claro que somos pecadores, si tomamos la misma actitud de Pedro de confesar nuestros pecados y acercarnos a Dios, aunque muchas veces seamos molestados por los recuerdos del pasado, la gracia de Dios sobre nosotros será más fuerte, y viviremos el presente con esperanza del futuro, así como Jesús transformo la vida de Pedro, él también transformara las nuestras.

 

 

OREMOS:

 

Padre querido, estamos muy agradecidos por tu misericordia y gracia, transforma nuestras vidas para ser mejores siervos y agradarte, porque queremos pasar junto a ti la eternidad en la nueva Jerusalén. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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