Éxodo 12:40 “ El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto fue cuatrocientos treinta años.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, es placentero reunirnos un día más para estudiar algunos versos de la palabra de Dios, es necesario continuar creando este hábito debido a que nos permite mejorar nuestras reacciones ante las diversas ocurrencias de la vida y nos anima para superar obstáculos, cumplamos el mandato a la predica universal del amor al prójimo compartiendo este material con nuestros contactos en todas nuestras interacciones.
El sufrimiento es un estado al cual no podemos escapar, pues estamos en un planeta que cayó en pecado desde el jardín del Edén, así que desde ese momento aquel sufrimiento es cargado de esperanza, nuestras luchas nunca serán solitarias si tuviéremos la comprensión de que las promesas de Dios todavía están vigentes, porque aun valen para nuestros días, el pueblo hebreo por ejemplo fue un pueblo oprimido durante 430 años allá en Egipto, según lo escrito en la Biblia, pero la esperanza de liberación estuvo siempre con ellos, y pareciera que la fecha exacta de la liberación estaba fijada en aquella ocasión el pueblo tuvo la oportunidad de demostrar de hecho que creía en la promesa divina, en la promesa de que Dios los liberaría, y así hicieron, aunque ellos podían haber extendido en Egipto por varios años su esclavitud si no hubieran creído, Dios también tiene día y hora marcados para venir a cumplir la promesa de su segunda venida, pero solo Dios sabe ese día, mientras tanto también debemos confirmar diariamente que nosotros aceptamos su promesa, eso lo hacemos preparándonos a cada instante, a cada dia, teniendo esperanza en nuestro corazón, creyendo en el sacrificio que Jesús realizo en la cruz del Calvario, y con diligencia buscar aguardar en todo tiempo por su retorno, el cautiverio de Egipto es un símbolo del cautiverio del pecado que hoy enfrentamos, y así como Dios libero a Israel en el momento apuntado nosotros seremos liberados del cautiverio del pecado.
OREMOS:
Padre querido, colocamos nuestras vidas en tus manos, confiamos en tu pronto regreso y por esa razón seguiremos preparándonos y andando el camino a la salvación para ser siervos agradables a ti. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.