43. Se acabó el vino

Juan 2:3 ¨ Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.¨

 

La paz del Señor sea con todos. Bienvenidos a este espacio de reflexión y meditación sobre la palabra bíblica, con la cual Dios busca orientarnos a diario con el objetivo de que mantengamos un claro enfoque el las cosas de los alto, y no estemos perdidos al momento de la próxima venida de Jesús, la cual esta próxima a ocurrir. Aprovechemos y temprano busquemos el conocimiento de Dios, sigamos la enseñanza que nos fue dada por Jesús, en el versículo Mateo 6:33.

 

 

María notifico a Jesús que el vino se había acabado, es bien probable que los novios de ese matrimonio, fuesen parientes o amigos próximos de la familia de Jesús, por eso ellos estaban allí, María se preocupó por la situación y Jesús realizo su primer milagro, transformando el agua en vino, para comprender la importancia de ese milagro, debemos conocer un poco sobre la cultura de aquellos días, el vino haberse acabado, denotaba el límite de la experiencia humana, cuando todas las cosas parece que dan erradas, cuando todas las cosas parecen que van a desmoronarse. ¿Qué podemos hacer ante este tipo de situaciones?. Bien, en el caso de los responsables de la fiesta de matrimonio, ellos podrían intentar con algunas alternativas, podían salir a comprar algún vino, pedir algún vino prestado, o cualquier otra opción, pero María, la madre de Jesús escogió la mejor de todas las opciones, ella escogió llevarle el problema a Jesús. ¿Cuántas cosas podemos hacer para resolver nuestros problemas diarios?. Tenemos que aprender con María a que no debemos quedarnos con el problema, a llevarle el problema a quien lo puede resolver, de hecho esta es la mejor alternativa, entonces Jesús opero el milagro, transformo el agua en vino y los invitados continuaron disfrutando de la alegría de la fiesta. Es exactamente así que Jesús hace con nosotros, cada vez que le llevamos nuestros problemas, él va a tomar medidas, no ten rápido como fue en ese matrimonio, pero seguramente en el tiempo adecuado, en el tiempo de Dios, él hará lo necesario, entonces, vamos a confiar todo a él.

 

 

 

 

OREMOS:

 

Padre Celestial, queremos confiarte hoy todos nuestros problemas, ansiedades, para que satisfagas nuestras necesidades, sabemos que precisamos presentarte las situaciones y con fe esperar por tu respuesta, concédenos paciencia para esperar y apóyanos para continuar actuando de manera agradable a ti. Ayúdanos siempre. Son las peticiones que en nombre de Jesucristo, hacemos hoy.

 

Amen.

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