29 de Diciembre: Serán saciados.

Mateo 5:6  “ Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

Amados, que la paz del Señor esté con todos y seamos siempre bendecidos. En días anteriores nos referimos a las bienaventuranzas explicadas por Jesus en el Sermón de la Montaña, en esta ocasión reflexionaremos sobre otra de ellas, pero antes recordemos la necesidad de compartir este material con todas las personas posibles y en todos los lugares.

 

 

Ser bienaventurado o bendecido es recibir cosas buenas, al principio alguien pudiera cuestionar ¿Desde cuándo ser llamado de pobre de espíritu es una bendición?, pero la pobreza espiritual no es un defecto sino un reconocimiento de nuestra dependencia de Dios, con certeza ya habremos pasado momentos de hambre y de ser, hasta hayamos sido expuestos a injusticias, hemos sufrido por causa de alguien, en esos momentos no sabemos que ello es una bendición, ¿Sera que Jesus estaba queriendo decir en este texto que tener hambre y sed de justicia es una bendición?, no es eso, por lo tanto vamos al origen griego de la palabra justicia el cual nos quiere decir o significa integridad, acciones y pensamientos correctos,  cuando leemos el nuevo testamento alguien considerado justo, era reconocido de esa forma por buscar tener una vida en conformidad con la voluntad de Dios, entonces, aquellos que desean vivir ardientemente la voluntad de Dios, serán saciados, eso es algo bueno, una real bendición, ¿Qué hemos buscado como alimento y agua?, ¿Dinero, fama, relaciones perfectas?, ¿Qué lugar la voluntad de Dios ha ocupado en nuestras vidas?, ¿Quién ocupa el centro de su voluntad?. Si percibimos, que nuestra hambre y sed no es de justicia, entonces sepamos que la bendición de Dios, aun esta sobre nosotros. Y que la gracia de Jesus puede traernos esa bendición que tanto requerimos, por eso tengamos hambre y sed de justicia, porque el Señor puede saciar todos nuestros deseos.

 

 

 

OREMOS:

Dios Amado, gracias por todas las bendiciones que nos otorgas y las que continuaras otorgándonos, ayudanos a continuar firmes en el camino del evangelio para obtener salvación y llevar la verdad a todo lugar. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

 

Amen

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