28 de Octubre: La Morada del Padre

Juan 14:1-3 “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. “-“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. “-“Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. “

 

 

 

 

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, glorifiquemos a Dios procediendo correctamente con las personas, aportándoles una palabra esperanzadora, eso puede hacer la diferencia en el día de alguien. Hacer el bien a los otros, más allá de beneficiar a los otros y beneficiarnos a nosotros, complace a Dios, quien se dispone a seguir bendiciéndonos cada vez.

 

 

Hoy vamos a compartir un texto que sin duda es el más conocido del nuevo testamento, que nos trae la esperanza de que estaremos un día y para toda la eternidad en la morada del Padre, por eso Jesús nos dice que no estemos ni tristes, ni angustiados, porque poco antes Jesus había dicho que el iria a ser preso, condenado a muerte y seria crucificado, volviendo así con el Padre, de donde el vino, entonces los discípulos quedaron tristes y no comprendieron las palabras del maestro, el corazón de ellos quedo angustiado, lleno de pesar, en ese contexto Jesus dijo que no se angustiaran, y expreso el resto de los dichos contenidos en el versículo bíblico que estudiamos hoy. Allí Cristo complementa indicándoles que esas palabras de consolación no son irreales, que creyeran esas palabras. Hay un dicho popular que dice que: ¨Casa de Padre es casa de Hijo, pero casa de hijo no es casa de Padre¨, eso es triste pero es la realidad, nosotros somos hijos de Dios y debemos hacer la diferencia, que Dios habite en nuestros hogares, que sea lo primero en nuestras vidas, porque si cumplimos su voluntad, vamos con certeza a obtener bendiciones.

 

 

OREMOS:

 

Padre querido, permítenos apegarnos a Jesús, para poder seguir su ejemplo y cumplir tu voluntad, queremos andar el camino para morar eternamente contigo. Ayúdanos a alcanzar la meta de estar a tu lado siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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