Juan 20:16 “Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro). “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz día, vamos hoy a alimentarnos un poco más de la palabra biblia, a tomar estos conocimientos que nos serán de gran utilidad en este andar por el camino a la salvación, y tengamos certeza de que cada día que pasa aumenta el número de personas que participan de este caminar maravilloso, por eso se agradece a todo aquel que comparta este tipo de materiales en las redes sociales y en su vida cotidiana, esto permite llevar más almas perdidas a los caminos del Señor, por eso es algo correcto.
Existen muchas formas de convertirse en una persona agradable y querida, es siempre tener una sonrisa en la cara, respetar a las personas, hablar con asertividad, justamente lo que se debe decir, además de otras iniciativas, entre esas actitudes está la de llamar a las personas por su nombre, todos aman ser llamados por su nombre propio, para muchos es unos de los sonidos más lindos a escuchar, eso demuestra respeto, cariño, cuidado, y a veces intimidad, el personaje de hoy fue al sepulcro de Jesús, los discípulos se escondían luego de la crucifixión y ahora con la falta del maestro ellos se sentían desolados, tristes demás, la mujer fue al sepulcro donde deberían descansar los restos mortales del maestro, pero aparentemente el sepulcro había sido violado, sin saber a ciencia cierta lo que paso, la mujer corrió a decirle a los discípulos lo que había ocurrido, y delante de la escena del sepulcro abierto todos quedaron sin saber qué hacer, a pesar del susto, una sorpresa había sido reservada para aquella mujer, mientras lloraba alguien apareció a su lado, preguntando sobre lo que había ocurrido, esa persona era el Señor Jesús, su primera palabra puede no surtir efecto para nosotros pero para aquella mujer fue increíble, ese fue un momento fabuloso para María, porque Jesús la llamo por su nombre, María era conocida por otros nombres, nombres que cargaban negatividad, sobre nombres, pero para anunciar a María Magdalena que estaba vivo, Jesús la llamo por su nombre y fue lo suficiente para que ella cayese a los pies de Jesús y lo adorase, entonces al ser llamada por su nombre María se sintió segura, porque su nombre estaba cargado de cariño y amor en una tonalidad armónica y sutil, hoy Cristo nos llama por nuestros nombres para que sintamos seguridad de su regreso, para que sepamos que es correcto seguirle, nuestro Señor siempre estará con nosotros. Dios va a bendecirnos abundantemente cuando nota nuestra fidelidad a sus mandatos.
OREMOS:
Padre querido, guía nuestros pasos para un día poder alcanzar la vida eterna y estar junto a ti, otórganos la sabiduría y paciencia necesaria para hacer lo que es correcto y cumplirte en todo momento. Ayúdanos siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.