26 de Agosto: Enemigos perdonados

Hechos 7:60 ¨ Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.¨

 

Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Que lindo que Dios nos cuide cada día, además de darnos la oportunidad para compartir su palabra y practicar la buena obra a cada instante para mantenernos en el camino de la salvación.

 

Actualmente muchos grupos sociales están levantándose y auto titulándose como revolucionarios, cuando en realidad no representan ninguna revolución real, observando atentamente algunos versos de la biblia, podemos notar como fue y continua siendo revolucionario el cristianismo. Esteban fue uno de los diaconos de la iglesia primitiva, fue expuesto a la pena de apedreamiento, y a la hora de su muerte el suplica el perdón de Dios para sus enemigos, el caminaba contra el sentimiento popular reproducido en su cultura, pero el estaba allí para establecer la cultura del reino de Dios, perdonar a cualquier persona independientemente de las circunstancias, las palabras del mártir Esteban son semejantes a las de Cristo cuando estaba clavado en la cruz y el oro al Padre indicando ¨Perdonales, no saben lo que hacen¨, las palabras semejantes de Esteban quedaron grabadas en los oídos de Saulo, eso marco tanto su vida que años después ya siendo llamado Pablo, el reprodujo la misma actitud cuando escribió su carta a los Romanos y el dijo asi: ¨Amados, nunca busquen venganza pero dejen con Dios la ira porque esta escrito, mia es la venganza dice el señor¨, entonces si nuestro enemigo tuviere hambre, o sed, démosle de comer y beber como dice Pablo, haciendo eso amontonaremos brazas vivas sobre la cabeza del enemigo, no dejemos de vencer al mal, pero vamos a vencerlo con el bien, por tanto permitamos que el poder revolucionario del evangelio cambie nuestra historia.

 

 

OREMOS:

 

Padre de Amor, permítenos cambiar mediante el poder del evangelio, que podamos amar a nuestros enemigos y pagarles siempre con el bien para ser recompensados a la larga por ti. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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