24 de Agosto: Para gloria de Dios

1 Corintios 10:31 ¨ Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.¨

 

Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. El contacto diario con la palabra de Dios siempre hara la diferencia en nuestros días, por tanto es muy útil sacar siempre un tiempo para leer y compartir el mensaje de Dios.

 

Esta primera carta de Pablo a los corintios tiene una lección especial para nosotros, en algunos momentos de la vida nos preguntamos la razón de por qué vinimos a la existencia, quizá nos hayamos preguntamos: ¿De donde venimos?,  ¿A dónde vamos?, y esa clase de preguntas. Puede que hayamos dicho la frase popular: ¨ Yo no pedí para nacer ¨. De la infancia a los mas altos círculos académicos, el tema de la existencia es un asunto ampliamente estudiado y discutido, la pregunta que no quiere calar es ¿Cuál es el real sentido de la vida?. En el texto de hoy podemos ver la cuestión sobre la existencia siendo tratada desde un modo bien simple, comer, beber y hacer otras cosas, lo interesante es que hay muchas personas que resumen su vida a eso, con todo el autor del texto, el Apostol Pablo no resume la vida solamente a eso, persivamos que el verso inicia con una conjunción conclusiva, lo que significa que comer, beber o hacer otra cosa, es la conclusión de algun raciocinio o pensamiento, una verdad muy importante es que este verso nos trae el real sentido de la vida, que es comer, beber o hacer otra cosa pero siempre que todo sea hecho para gloria de Dios, esta afirmación de la palabra gloria tiene muchos significados en la biblia pero en este texto del Apostol, ella asume un sentido muy especial, la gloria de Dios aquí, puede ser entendida como una representación de ¿Quién es Dios?, vivir para gloria de Dios, significa que en toda cosa que hagamos precisamos manifestar su presencia y carácter de él, es declarar mediante la propia existencia, que la vida pertenece a alguien que es mucho mayor que nosotros mismos, entonces vivamos para gloria de Dios.

 

 

OREMOS:

 

Padre de Amor, gracias por las bendiciones que nos otorgas, permítenos apegarnos con firmeza a ellas, queremos vivir para tu gloria, haciendo tu voluntad a cada segundo. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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