Deuteronomio 11:26-28 ¨ He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: ¨ – ¨ la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, ¨ – ¨ y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido. ¨
Amados, que la paz del Señor este siempre con todos y seamos bendecidos. Gran placer es poder reunirnos nuevamente junto a la biblia para estudiar y reflexionar un poco sobre la palabra de Dios, recordando que mientras más realizamos esta práctica, nuestras vidas irán transitando el camino a la salvación y seremos merecedores de las dadivas que el Señor nos tiene reservadas, precisamos demostrar nuestro amor al prójimo de alguna manera y compartiendo este tipo de material en nuestras redes sociales cumplimos con este objetivo, entonces compartamos este material con nuestros semejantes.
Los hombres, ni las mujeres deben colocar de lado la ley de Dios, y crear una ley que se adopte a sus propios juicios, ni relajar o flexibilizar ninguna de las disposiciones ya establecidas, también por dejarse reglamentar por normas previstas conforme a intereses de otros, es que la inequidad crece, el amor hacia Dios se enfría, y muchas partes de la ley de Dios es despreciada en nuestros días y por causa de eso muchos toman libertad para transgredirla, entonces en medio del mal prevaleciente nosotros debemos luchar con valentía y fidelidad, todos aquellos que profesan seguir a Dios, deben producir los frutos del buen árbol, y diligentemente enseñar a sus hijos los estatutos y mandamientos del Señor, pero muchos no lo harán del modo apropiado así que el servicio a Dios, será repulsivo para los hijos, pero tengamos presente que donde el amor a Dios es expresado con bien, en este lugar habrá una reproducción de ese amor, que salva y rescata. Debemos examinarnos cuidadosamente, y suplicar a Dios por una visión Espiritual más clara para poder discernir nuestros errores, y así entender nuestros defectos humanos de carácter, si somos críticos y condenatorios, tendremos un trabajo de arrepentimiento a ser hecho, nosotros debemos andar en la luz, expresar palabras que traigan paz en este mundo tenebroso y sombrío a las personas que sufren, Cristo debe ocupar el centro de nuestros corazones, de esa forma el juicio o las quejas, darán lugar a la luz, a la paz, a la aceptación. El camino de la bendición, y el camino de la maldición siempre estarán delante de todos nosotros, pero el deseo de Dios es que escojamos el camino de la bendición, ese es el camino de la vida, y ese camino está a nuestra disposición hoy. Nosotros podemos seguir rumbo a la eternidad por eso hoy vamos a escoger andar con Cristo y el nos va a fortalecer en nuestra caminata.
OREMOS:
Padre de amor, ayudaos hoy a escoger el camino de la bendición, el camino de la obediencia que nos conduce a la vida eterna, y que nada quite de nuestros corazones el deseo por alcanzar el cielo. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesús.
Amen.