218 Promesa de vida eterna

 

Romanos 5:12  ¨Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.¨

 

 

Amados, Dios siempre cumple, por ese motivo debemos ser cumplidos con su palabra y hacer su voluntad, esa conducta nos hará merecedores de bendiciones y podremos dar ejemplo para que nuestros semejantes puedan mejorar sus vidas siguiendo el ejemplo de Jesús. Por lo demás levantemos la cabeza, estemos tranquilos y busquemos hacer el bien, Dios nos bendecirá si continuamos caminando el rumbo a la salvación.

 

 

La muerte es la consecuencia natural del pecado, que afecta toda la vida de este mundo, sobre este asunto hay dos conceptos bíblicos importantes que precisamos recordar, primero es que los seres humanos y los animales muere e igual como ocurre con los hijos de los hombres, así ocurre con los animales, como muere uno, también muere el otro, todos tienen el mismo soplo de vida,  y el ser humano no tiene ninguna ventaja sobre los animales, todos van al mismo lugar, todos vienen del polvo y al polvo regresaran, eso es enseñado por Salomón en Eclesiastés 3:19-20, el otro concepto es que la muerte física de una persona, implica la cesación de su existencia, como alma viviente, en Génesis 2:16, Dios había advertido a Adán y a Eva, de que si ellos pecasen comiendo del fruto del árbol prohibido, ellos morirían, y cuando hizo esa advertencia, Dios reforzó en Ezequiel 18:4, el alma que peque va a morir, esa implicación tiene dos implicaciones, la primera es que una vez que todos los seres humanos son pecadores , estamos en el proceso inevitable de envejecimiento y muerte, la otra es que ese concepto bíblico,  invalida la creencia de una supuesta inmortalidad natural del alma, pero si el alma fuese inmortal, en otro plano no moriríamos al final la solución bíblica al problema de la muerte, no es esa de un alma sin cuerpo que migra para el paraíso,  la solución es la resurrección final de quienes murieron en Cristo, y eso está prometido en la palabra, en su sermón sobre el pan de la vida, Jesús declaro que la voluntad del padre es que todo aquel que ha visto al hijo y en él cree, tiene la vida eterna y será resucitado en el último día, así creamos que Jesús tiene poder sobre la muerte y aunque seamos mortales, tenemos la promesa de la vida eterna.

 

 

 

 

OREMOS

 

Padre Adorado, tu palabra nos motiva a seguir avanzando en el camino de la salvación manteniendo la firmeza ante las tentaciones del enemigo, porque tú nos otorgas mucho amor y cuidado, necesarios para creer ciegamente en tus promesas, ayúdanos a progresar. Así pedimos en nombre de Jesucristo.

Amen.

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