20 de Abril: Para todo aquel que desea ver a Jesús

Mateo 5:8 “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. “

 

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Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, que satisfacción es poder reunirnos junto a la Biblia para examinar la palabra de Dios, y extraer el conocimiento necesario para asumir de manera adecuada las situaciones de la vida pudiendo sobreponernos a ellas y mantenernos de buen ánimo. Compartamos este material, para llevar esperanza a más personas en diversos lugares.

 

 

Sin lugar a dudas, ese es el deseo de todos nosotros, ver a Dios, estar cerca de Dios, tener intimidad con él, lo interesante es que la Biblia declara ¨ Bienaventurados los puros de Corazón¨, felices los que son puros de corazón, en pecado nosotros somos concedidos por nuestras madres, ese es un principio presentado por David en el Salmo 51, ¨En pecado me concibió mi madre¨, nuestros corazones están inclinados para las cosas malas, para el orgullo, para la maldad, para el egoísmo, naturalmente nos inclinamos para estas cosas, la verdad es que aquellos que son puros de corazón, un día ellos verán al Señor, nosotros requerimos de una transformación, de un estado de pecaminosidad para un estado de pureza, de una purificación de la vida, todos lo requerimos pero esta obra es imposible que nosotros mismos la realicemos, nosotros no tenemos la habilidad o poder de hacer esa transformación, es por eso que Jesucristo vino a esta tierra porque es el quien puede darnos un nuevo corazón. Cualquier persona debe orar como David oro, ¨Crea en mi Señor un corazón nuevo y un espíritu indestructible¨ y cuando hacemos esta oración tengamos certeza de que Dios nos dará todo lo que necesitemos para ser fieles y que un día podamos verlo, si creemos que requerimos de esa transformación, entonces pidamos a Dios que en nuestras vidas haga todos los cambios que necesite hacer, para que arranque el orgullo de nuestros corazones, entonces este es el momento exacto para que clamemos a Dios por esa transformación, necesitamos correr hacia los brazos de Jesús, sin duda el nos ayudara.

 

 

OREMOS:

 

Padre querido, ayudanos a ser puros de corazón, esta no es una acción humana, se trata de una acción divina, contribuye con nosotros siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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