Juan 13:14 “Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, cada momento es perfecto para buscar a Dios, ciertamente es recomendable hacerlo primeramente en la mañana, como la primera actividad del día, pero funciona a toda hora, lo importante es mantener la fija mirada en las cosas de los alto y ser obedientes a la voluntad de Dios. Evangelicemos juntos y vamos a compartir por todos los medios posibles este material, contamos con que todos haremos lo propio.
Jesús indico esta frase a sus discípulos para darles una lección de humildad. Una característica básica del ciudadano del reino de Dios es la humildad, en los días de Jesús por causa del polvo en la calle y en las carreteras, los pies se ensuciaban con facilidad, también porque generalmente ellos usaban sandalias abiertas, al llegar a la casa de un judío seria una ofensa si no tuviere un esclavo para lavar los pies, del visitante, sería una falta de respeto con el huéspedes, por tanto lavar los pies era un trabajo de esclavo, Jesús al decir las palabras contenidas en el versículo, estableció la ceremonia que nosotros llamamos CEREMONIA DE LA HUMILDAD, no humillación, cuando Jesús lavo los pies de los discípulos el no estaba siendo humillado, el estaba siendo humilde, y la humildad es una de las mas lindas virtudes que el ser humano puede tener, al llegar a una casa, la persona que preparo allí una sala para recibir a Jesús, dejo el pan, el vino, el agua, una toalla, pero no había allí un esclavo para lavar los pies de nadie, ninguno de los discípulos voluntariamente se dispuso a hacer el trabajo de esclavo, esa fue la razón por la cual Jesús tomo la iniciativa de ser un siervo, con esa actitud el estableció el ejemplo mostrando que la verdadera religión es el servicio a los otros, esa regla de oro estuvo siempre presente en el ministerio de Jesús, ¨Todo lo que ustedes quieran que los hombres le hagan, háganselo también a ellos¨, si quieren ser bien tratados, traten bien a las personas. ¿Cuán dispuestos estamos de lavar los pies de los otros?, precisamos disponernos a servir a los otros, a buscar amenizar sus vidas, otra regla de gran importancia es, que cuando bendecimos a una persona, esa bendición nos la multiplica Dios para nuestras vidas. Ese ejemplo de Jesús al servir a los discípulos, establece el patrón de los ciudadanos del reino de Dios, solamente guiados por el Espíritu Santo, viviremos una vida de humildad, de amor, y de servicio a Dios y a nuestros semejantes, que el ejemplo de nuestro maestro nos inspire y podamos amenizar la vida de nuestro prójimo, realizando en su beneficio obras de humildad y así lograr bendecirlos, sin esperar nada a cambio.
OREMOS:
Amado Padre Celestial, ayúdanos a aplicar la humildad en nuestras vidas, a poder servir con amor a otros para que podamos ser instrumentos de bendición, y de esa manera cumplir tu voluntad, porque queremos ser siervos agradables a ti. Contribuye con nosotros para alcanzar este objetivo. Así pedimos en nombre de Jesús.
Amen.