121. La venida de la lluvia serodia (tardía)

Zacarías 10:1 ¨ Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno.¨

 

La paz de Dios sea con todos. Es un placer estar aquí reunidos, el simple hecho de estar presentes ahora en este lugar denota nuestro gusto por las cosas buenas, ya que venimos a estudiar la palabra de Dios, para obedecerla y tener una mejor vida con el objetivo de obtener la preciada Salvación. Llevemos por todos los medios posibles, este material a nuestro prójimo.

 

 

 

Quizá hayamos tenido la oportunidad de trabajar algún campo, y se contaba con la venida de la lluvia para que la cosecha se produjera, el pueblo de Israel que vivía en zonas desérticas, dependía de las lluvias para sobrevivir, en Palestina caen algunas lluvias generalmente, la lluvia temprana y la lluvia tardía, la lluvia temprana cae en el primer momento cuando la semilla está preparada para ser lanzada al cielo, ya la lluvia tardía caía, cuando el grano estaba cerca de madurar, esta daba fuerza a la planta para que el grano madurase y llegara la colecta o cosecha, usando el lenguaje de las lluvias el profeta Zacarías nos aconseja a pedirle al Señor lluvia en el tiempo de la lluvia tardía, estas lluvias son tenidas como analogías en la Biblia para la obra del Espíritu Santo, y entenderemos que en Hechos capítulo 2, cuando los discípulos reciben al Espíritu Santo, y el evangelio empieza a ser predicado al mundo entero, allí tenemos el derramamiento de la lluvia temprana, lo que quiere decir que estamos aguardando la llegada de la lluvia tardía o serodia, este idioma esta asociado en la Biblia, es por eso que el Apocalipsis, capítulo 14, vemos la escena de Cristo retornando, desde las nubes del cielo, teniendo un elemento en las manos, el mundo para producir la vuelta de Cristo requiere de la lluvia tardía o serodia, ella vendrá, y nosotros tendremos el placer de ser el suelo fértil para que se produzca esa cosecha, y tendremos mejor conducta, por ese bautismo diario debemos suplicar, porque dependemos del Espíritu Santo, para la conclusión de la obra del evangelio, y para tener nuestro carácter a imagen y semejanza de Jesús.

 

 

 

 

OREMOS:

 

Padre Querido, produce en nosotros los cambios necesarios para que tengamos una semejanza total a Cristo, que podamos obedecer tu voluntad y mejorar continuamente para agradarte. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.

 

Amén.

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