02 de Enero: No confié en el apetito propio

1 Corintios 10:31 ¨ Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.¨

 

Amados, recibamos bendiciones en este día hermoso, donde somos privilegiados de continuar en el estudio de la palabra de Dios, a quien debemos alabar porque su misericordia dura para siempre. Compartamos este material con nuestro prójimo, y, lleguemos a más personas y lugares. Dios nos trae paz, alegría, y, muchas cosas buenas a nuestras vidas Agradezcamos a Dios por este privilegio, de recibir su favor.

 

 

Nuestro cuerpo está conformado por la comida que ingerimos, el constante desgastes de los tejidos del cuerpo todo el movimiento así de cualquier órgano que implica desgaste, es reparado por medio de los alimentos, cada órgano del cuerpo, requiere su parte de nutrición, el cerebro debe ser abastecido con su porción, los huesos, los músculos, los nervios, todos requieren su parte, maravilloso es el proceso que convierte la comida en sangre, que sirve para restaurar distintas partes del organismo, pero este proceso está procediendo constantemente, dando vida y fuerza, a todos los nervios, cada musculo, y tejido, a fin de saber cuáles son los mejores alimentos, es necesario estudiar el plan original de Dios, para el ser humano, aquel que creo nuestras vidas, y, que sabe de nuestras necesidades, nombro a Adán, el primer hombre aquello que debía comer para ganarse la vida, trabajando con la tierra, bajo la maldición del pecado, él también recibió nuevas instrucciones, nuevas orientaciones de Dios, cereales, frutas, nueces, vegetales, constituyen el régimen dietético elegido por Dios, estas comidas preparadas de manera simple, y, natural, como sea posible, son los más saludables y nutritivos, que proporcionan una vida mejor, más vigor, más fuerza, y, resistencia, que no son provistos por una alimentación más compleja, nuestro cuerpo es propiedad adquirida de Cristo y no tenemos la libertad de hacer con él, lo que queramos, la obediencia a la ley de la salud, y, la alimentación, es un deber personal, Pablo en Romanos 12:1 ¨Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional.¨, entonces, mantener el cuerpo en buena forma física es una forma de rendir culto a Dios, y, una expresión de reconocimiento, de que pertenecemos al Señor, Dios nos ha bendecido con esta instrucción, cuidemos mucho de nuestro cuerpo, porque según dice la Biblia, el es el santuario del Espíritu Santo.

 

 

 

OREMOS:

 

Padre amado, te alabamos porque nos creaste de una forma extraordinaria, grandiosa, maravillosa, te alabamos porque nos creaste, y porque mantienes nuestras vidas. Favorécenos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesús.

 

Amen.

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