Salmos 26:11 ¨Mas yo andaré en mi integridad; Redímeme, y ten misericordia de mí.¨
Que la Paz de Dios sea con todos, esta diaria costumbre de estudiar la palabra de Dios, nos ayuda mucho, precisamos seguir firmes en ella, pues nos acerca a Dios cada vez más, y nos permite mostrar una conducta de obediencia a la voluntad divina, semejante a la de Cristo. Llevemos este mensaje a nuestro prójimo. Creamos que el Espíritu Santo, habita en nuestros corazones, y seremos bendecidos.
Este salmo esta incluido entre los llamados cantos o salmos de inocencia, escritos por David, quien se juzgabas como inocente ante Dios, ciertamente la biblia habla de ciertos episodios tristes en la vida de David, cuando fue rey, uno de ellos fue cuando por causa de infidelidad, mando a matar al marido de Betsabe, y eso trajo consecuencias terribles para el resto de la vida de él, es incomprensible, ¿Cómo él podía declararse inocente ante Dios?, pero el hecho es que David nunca afirmo estar libre de pecado, al contrario, él se arrepintió y expreso en confesión su pecado, delante de Dios y del mundo, su confesión aparece escrita en la biblia, en el versículo de Salmos 51, él se colocó a disposición del juicio divino, cualquiera que fuera la decisión de Dios, absolución o condena, David aceptaría con humildad, pero el pidió perdón y recibió perdón y justicia divina, David no quedo libre de las consecuencias del pecado, pero el pidió levantar la cabeza, porque él sabía que el Mesías vendría algún día. La palabra integridad en la biblia es un sinónimo de perfección, significa ser maduro, completo, tiene que ver con inocencia, no con ausencia del pecado, sino con la búsqueda de Justicia divina, David vivía antiguamente en la justicia que el recibió de Dios, por eso nadie podía señalar a David, porque él tenía su pecado perdonado por Dios, y decidió vivir según la voluntad del cielo, como lo expresa en su ley, eso se llama gracia, la gracia es que Jesús toma nuestro pecado sobre si y nos concede el perdón, un perdón que implica el hecho de que nos alejemos del pecado, y actuemos como indica la voluntad de Dios.
OREMOS:
Padre Adorado, muchas gracias por las cosas que nos das, ayúdanos para ser cada vez, siervos más agradables a ti, para poder reflejar en las demás personas párte de las bendiciones que nos otorgas. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén