Marcos 1:29-31 “Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan. “ – “Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella. “ – “Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, que alegría podernos reunir otra vez junto a la palabra de Dios, cada día examinando algunos fragmentos de este lindo texto para aplicarlo a nuestras vidas y las vidas de nuestros hermanos en Cristo Jesús. Llena de satisfacción poder compartir este material y colocar nuestro aporte en la expansión del evangelio, mientras más personas conozcan de la palabra de Dios, estaremos encaminándonos a un mundo en lo posible más libre de pecado.
Seguramente, muchas veces hemos sentido que nuestros problemas y situaciones no tienen importancia para Dios, que Dios está ocupado resolviendo cosas más importantes o que somos muy insignificantes para que Dios considere resolver nuestros problemas, esto ya paso incluso con personajes bíblicos, aquí en este texto que encabeza este material se relata la historia de cuando Jesús se encontró con la suegra de Pedro, esta historia nos conmueve porque el mismo Jesús que curo leprosos, paralíticos, el mismo Jesús que anduvo sobre el mar, que controlo el tiempo e hizo milagros extraordinarios, el mismo Jesús que alimento multitudes, el mismo Jesús que de la muerte llamo a las personas para la vida, el mismo Jesús que tenía la misión de salvar a la humanidad, él aprovecho para ir a la casa de la suegra de Pedro, con el objetivo firme de curarla, y recuerda que Dios se preocupa con todos nosotros, por tanto no hay dolor, angustia o crisis, o circunstancias difíciles que el no vea, no hay problemas que no sean pequeños para que el no perciba, y aunque gobierna mas de dos millones de galaxias, trescientos billones de estrellas que existen solo en nuestra galaxia, aquel que sustenta más de novecientas mil especies, y casi ocho millones de seres humanos, el se preocupa por nosotros y quiere entrar en nuestras vidas, el quiere traer paz a nuestros corazones, la pregunta que debemos responder es: ¿Dejaremos a Jesús entrar en nuestras vidas?, si dejamos que el cuide todos los detalles, si dejamos que el nos ayude en todos los momentos, seremos bien atendidos.
OREMOS:
Padre querido, gracias por preocuparte por satisfacer todas nuestras necesidades, ayudanos a seguir avanzando en el camino a la salvación, contribuye con nosotros siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.