48. Bendice a otros

Juan 4:13-14 ¨ Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; ¨ – ¨ más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.¨

 

La paz de Dios sea con todos. Gracias a Dios estamos reunidos para estudiar la palabra bíblica, que busca continuar colaborando a nuestro proceso de evolución espiritual , para que nuestras conductas sean mejoradas, perfeccionadas y semejantes a el modo de proceder de nuestro Salvador Jesús en lo referente a obediencia a los mandatos del Padre Celestial. Recordemos la enseñanza que Jesús nos dio en el texto bíblico Mateo 6:33.

 

 

 

 

 

Este texto bíblico está inserto en un dialogo entre Jesucristo y una mujer samaritana, la biblia dice que Jesús estaba viajando para galilea y llego para una ciudad samaritana llamada sicar, al medio día cansado del viaje Jesús se sentó junto a una fuente para descansar, exactamente en ese momento, se aproximó una mujer a buscar beber agua en el pozo, Jesús con sed le pidió a la mujer un poco de agua para beber,  en ese momento un interesante dialogo se inicia entre Jesús y la mujer samaritana, esa mujer le recuerda a Jesús que es prohibido conversar entre Samaritanos y judíos, y el motivo que ella presenta es que los judíos no se dan con los samaritanos, no se llevan bien, no demoro mucho para que Jesús pronunciaran las palabras del texto de hoy, Jesús le estaba diciendo a la mujer samaritana, que los intentos por resolver sus problemas con sus propias fuerza eran inútiles, y que ella nunca iría a saciar la sed de su alma, es interesante esta relación de Jesús y lo que el hace con las cosas que buscamos, en ocasiones intentamos resolver nuestros problemas pero no lo conseguimos. Así como bebemos agua para calmar nuestra sed, y esa saciedad ocurre momentáneamente porque después de cierto periodo requerimos beber agua de nuevo, porque la sed regresa, así podemos conseguir soluciones momentáneas, para algunos problemas pero muchas veces estas soluciones no son duraderas, por eso, Jesús se presenta a la mujer con una solución definitiva, Jesús va a decir: ¨Si bebes del agua que yo te dé, tu nunca más tendrás sed¨. Jesús nos enseña que los dilemas de nuestra vida no se resuelven cuando suprimimos nuestras necesidades, cuando nuestros dilemas y necesidades reales, no se encuentran en los niveles físicos y mentales o materiales, sino en el nivel espiritual, algo más a ser destacado, es que según lo escrito por Juan, el agua viva es una referencia al Espíritu Santo, y quien lo recibe, fluye de su interior una fuente para vida eterna. Las más ricas bendiciones, alcanzan a otros y muchos son bendecidos, fue eso lo que esa mujer hizo, ella salió de la presencia de Jesús saciada, llena de amor del Espíritu Santo, fue para su ciudad predico sobre Jesús y muchos creyeron en su poder transformador.

 

 

 

OREMOS:

 

Padre Celestial, gracias por el privilegio de estar en tu presencia, bendícenos para bendecir a otros, deseamos cumplir tu voluntad. Apóyanos siempre. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo.

 

Amén.

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