Apocalipsis 21:1 ¨Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más.¨
Que la paz de Dios sea con todos. Hermanos, sentir desamor y soledad, realmente son pensamientos equivocados, porque, nuestro Dios nos ama, y, nos acompaña siempre. Es recomendable, estudiar y reflexionar a diario en la Biblia, pues esta práctica, nos permite tener presente la compañía y el amor de Dios con nosotros. Difundamos este material, nuestro prójimo requiere conocer el mensaje.
El libro de Apocalipsis, fue escrito por Juan, él era el más joven de los 12, el permaneció vivo por más tiempo, murió cerca del año 100, en la ciudad de Éfeso, según la traducción, Juan el vidente de Patmos, contemplo un nuevo cielo, y, vio también la nueva tierra, esa expresión ¨Nueva Tierra¨, es una expresión alusiva a esta tierra donde vivimos hoy, y que ella será completamente renovada y transformada por Dios, se hará un verdadero milagro, y esta tierra que conocemos hoy, será transformada por el poder divino, y, volverá a su belleza endémica, cuando este mundo salió de las manos de Dios, era perfecto, no se conocían, esas altas y elevadas montañas, o incluso esos granitos expuestos, muchas de esas cosas fueron frutos del diluvio que fue un evento universal, la tierra era cubierta con una linda hierba, con una hermosa vegetación, la llanura era perfecta, y allí Dios coloco toda todo tipo de cereales, frutos, y demás, para que el hombre tuviese todo lo que requería, el Jardín del Edén, era una belleza, porque incluso con tantos años de pecado, nosotros quedamos admirados por tantas bellezas naturales que tiene este hermoso planeta. Juan tuvo el privilegio de ver la tierra renovada, esta tierra se va a renovar, cuando Cristo vuelva a esta tierra, y este evento, para el cual nos preparamos a diario, se materialice, y los salvos sean llevados para el cielo, todo esto se estipula en el capitulo 20, del libro apocalipsis. Lo importante, es que diariamente nos preparemos para el pronto regreso de Jesus.
OREMOS:
Padre Adorado, gracias por prepararnos a diario, queremos ser tocados por ti, y, mejorar nuestras conductas para agradarte, y glorificar tu nombre. Favorécenos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén