31 de Mayo: Luchar

Génesis 32:26 ¨ Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.  ¨

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, que alegría porque estamos reunidos, porque gracias a Dios somos perfeccionados diariamente y tenemos el privilegio de perfeccionarnos diariamente con su instrucción divina. Compartamos este material. Sigamos avanzando en la presencia del Señor.

 

 

Después de 21 años Jacob estaba de vuelta en la tierra, como sabemos desde que él se fue de su casa no había vuelto a ver a sus padres, en la vida de él notamos el esfuerzo por hacer las cosas a su manera, caminó buscando el camino propio, o un atajo para hacer su voluntad, pero el mayor deseo de Jacob era la restauración, de la relación con su hermano, quería hacer las cosas bien, pasar todo a limpio, con toda esa buena intención en mente, Jacob recibió la noticia de que su hermano venia hacia él, con 400 hombres, por lo que envió mensajeros y regalos para Esaú, dividió su caravana en dos grupos, y les ordeno que fueran delante de él, además de ejecutar esos planes, él oró, antes de encontrarse con Esaú, él se encontró con Dios, y la biblia dice que mientras estaba solo orando lejos de todos en la oscuridad, un extraño lo agarro, entonces Jacob, comprendió había estado luchando todo el tiempo con seres celestiales, era una batalla que por sí mismo él no podría ganar, pero que también no admitiría perder, él no quería dejar a su oponente hasta tener la certeza de que sería protegido, después de luchar la noche entera él dijo: ¨No puedo volver para la casa como estoy¨, la mayor lucha fue en realidad una cuestión de entrega, la entrega de sí mismo a Cristo, aquel con quien Jacob lucho quería solo reconocer que tenía un carácter débil y su pecado. ¿En nuestra experiencia cristiana hemos llegado al punto de decir: Dios no te dejare ir hasta que me bendigas?. Quien sabe si en algún momento de desesperación y de angustia,  nos sentimos solos, pero, todo bien. Jacob prevaleció porque fue perseverante y resoluto, su experiencia testifica el poder de la oración insistente, él no se detuvo, que pena que algunos se detengan, oren solo cuando están cerca de recibir la bendición,  luego desisten y dejan de orar, por eso en nombre de Jesús no soltemos la mano del Señor, sigamos confiando en Dios, cuando Dios este en silencio, no pensemos que está ausente o distante, porque él está trabajando en silencio para beneficiarnos, sigamos luchando en forma perseverante, Dios nos va a dar la victoria.

 

 

 

OREMOS

Padre querido, gracias por tu hermosa instrucción, fortalécenos para poder obtener victoria y dar testimonio de tu presencia en nuestras vidas. Contribuye con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.

Amen.

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