126. En busca de un corazón puro

Salmos 51:10 ¨ Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. ¨

La paz de Dios sea con todos. Gracias por dedicar unos instantes al estudio de la palabra de Dios, como siempre esta práctica nos beneficiara mucho, permitiéndonos tener una mejor forma de hacer frente a las situaciones de la vida, en especial a aquellas situaciones que se escapan de nuestras manos, en las cuales debemos tener fe y paciencia, seguir cumpliendo la voluntad de Dios, porque en el nombre poderoso de Jesús, todo va a solucionarse bien.

 

 

 

Cuando la palabra de Dios llega a nuestros oídos y penetra en nuestro entendimiento, con certeza buenas cosas produce en nuestro proceder. En algún momento de la vida hemos oído lo que Dios tiene que decirnos, porque diariamente estamos hablando con él, escuchando su voz y viendo lo maravilloso que es Dios, por medio de su palabra, probablemente hayamos leído mensajes de Dios, hemos estudiado su libro y él nos ha dejado una palabra de esperanza la cual es importante para nosotros, pero muchas veces no conseguimos seguir las orientaciones y guías de Dios, muchas veces nos sentimos débiles y nos preguntamos: ¿Cómo voy a seguir eso?. Y aunque sabemos que es lo mejor, lo más importante, conocemos que todo lo que Dios quiere es lo mejor para nuestras vidas, pero en ocasiones es difícil seguir estas orientaciones, esa también era la realidad de David ¨El Gran Rey de Israel¨, fue el quien escribió el salmo, y en este salmo está diciéndonos que él no conseguía realizar en su vida los designios de Dios, él estaba diciendo que no podía cumplir la voluntad de Dios, a pesar de saber que era lo mejor para su vida, entonces David hizo lo que se debe hacer en situaciones de adversidad, David oró, así David comprendió que el milagro que él necesitaba era una transformación completa, no podría siguiendo consejos de nadie, sino de Dios. David entendió que: este acto es reservado únicamente para Dios, que puede incluso crear de la nada un corazón nuevo y puro, así como un día el creó el cielo y la tierra, su oración fue profunda, así que Dios le dio a David un nuevo corazón, y para nosotros hoy debemos de la misma manera clamar, para que Dios realice en nosotros el mismo milagro, el clamor de David fue: ¨Crea en mí, Oh Dios un corazón puro¨, ese crear solo puede venir de Dios, así que donde sea que estemos haciendo, si decepcionamos a Dios, si cometimos pecado, si nos alejamos de él, vamos a regresar a él, así que si clamamos por un nuevo corazón él nos lo va a dar, Cristo hoy nos invita a hacer la oración de David, que llego a un abismo tan profundo a causa del pecado, y no había salida, sino hacer cambio de corazón, no precisamos quedarnos sin esperanza, pues Dios va a proveernos de un nuevo corazón, Dios va a hacer todo lo mejor para nosotros, vamos a pedirle un corazón nuevo y un espíritu inquebrantable. Así diariamente vamos a oír y a comprender la voz de Dios, orientándonos y ayudándonos a conseguir ese cambio.

 

 

 

OREMOS

Padre querido, guíanos con todo tu amor para que podamos llegar a obtener un nuevo corazón y un espíritu recto e inquebrantable, colocamos todo en tus manos para que nos conduzcan por los caminos correctos. Ayúdanos siempre. Así pedimos en nombre de Jesucristo.

Amén

Dejar una contestacion