Habacuc 2:1 ¨Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja.¨
Amados, Dios nos capacita, nos dota de capacidades, nos llena de cosas buenas, para que seamos instrumentos de bendición. Entregamos lo que poseemos, y, si estamos llenos de bondad, entonces, colaboramos con la mejora de la sociedad, de allí que precisamos seguir aportando, en la medida de nuestras posibilidades. Dios ama al dador alegre, eso está escrito en 2 Corintios 9:7. Compartamos este material con nuestro prójimo, y, vamos a bendecirlo con este lindo gesto.
En el momento que Habacuc dice las palabras del texto bíblico, el está esperando una respuesta en relación a sus preguntas y preocupaciones, el se coloca en posición de espera y atención, como si el se encontrase en una torre de vigilancia, aguardando por la respuesta del Señor, eso puede habernos ocurrido. Actualmente, vivimos en un mundo donde la toma de decisiones, es continua, muchas veces rápida, no permitiendo la reflexión adecuada sobre las consecuencias de las acciones, y, muchas veces cuando hacemos algo incorrecto, intentamos justificarnos con la peor de las actitudes, diciendo la frase vanal de ¨Fue la voluntad de Dios¨, es importante recordar que Dios no nos fuerza a hacer nada, no nos obliga, el nos guía pero somos responsables por nuestras elecciones, cuando no buscamos a Dios, o, Dios se manifiesta, y decidimos tomar otro camino, somos libres, pero también somos responsables por las consecuencias, por eso es fundamental buscar del Señor en oración, y, estar atento a su voz, cuando estamos en una posición de espera, y de atención, como en el caso de Habacuc, podemos recibir respuestas y orientaciones de Dios para nuestras vidas, y, eso está comprobado en varios relatos bíblicos, por ejemplo en Génesis, en el capítulo 24, cuando Abraham, manda a su siervo a buscar una esposa para su hijo Isaac, Abraham confía en que Dios guiara al siervo en la elección de la mujer, y así ocurre. Marcos 1:35, es otro ejemplo, cuando Jesús temprano se levanta para orar, y buscar la voluntad de su Padre, Otro ejemplo, está en Hechos 9, cuando Pablo tiene ya su vida transformada, después que en oración tuvo su encuentro con Jesus, la oración es una forma de acercarnos a Dios, y, de conocer la voluntad de Dios para nosotros, Jesús nos enseña en Mateo 6:6, que cuando oramos en secreto, nuestro Padre que nos ve, en secreto nos recompensa, quiere decir que el nos escucha, y, nos responde, pero así como Habacuc, es necesario tener paciencia, y, aguardar en Dios, muchas veces, queremos respuestas inmediatas, y, nos frustramos cuando esas respuestas no llegan, debemos recordar que Dios tiene un plan, y, que todo está bajo control, todo ocurre en el tiempo correcto si lo permitimos, busquemos a Dios en oración, y, estemos atentos a su voz, así podremos obedecerle y recibir bendición.
OREMOS:
Padre amado, gracias por todas las cosas que haces por nosotros, valoramos tu instrucción, y, las enseñanzas que nos otorgas, permítenos y contribuye con nosotros para que tengamos paciencia, y, sepamos esperar tu tiempo, para que las bendiciones se produzcan en nuestras vidas, y, convertirnos cada vez más, en instrumentos de bendición. Son las peticiones que en nombre de Jesucristo, hacemos hoy.
Amén.