Romanos 5:18 “ Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.”
La oración con fe tiene poder, esa es una de nuestras herramientas para mantenernos firmes en el camino y sobreponernmos al pecado.
Amados, que la paz del Señor esté con todos y seamos siempre bendecidos. En la biblia aprendemos que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, pero luego de la caída en el pecado el ser creado se alejó de Dios, entonces desde ese momento, toda la posteridad de Adán, heredó la inclinación al pecado, entonces como por la caída se causó ruptura de la relación entre Adán y Dios, fue que ocurrieron estos resultados catastróficos que no pueden ser cubiertos por ningún tipo de gimnasia psicológica, así la humanidad convivió con el pecado como si se tratase de un rio contaminado por el pecado en la fuente o el pecado fuere un barco cuya ancla estuviera colocada y fijada en un lugar incorrecto, los pecadores no son simplemente personas que dejan de hacer lo correcto, ellos se convierten por su desobediencia en enemigos de Dios, porque colocan sus esfuerzos en posición opuesta a aquello que nuestro Padre Celestial pretende, están en el campo del adversario desde la caída, lo que distorsiona la capacidad de ellos poder atender con precisión a las disposiciones de Dios, así el pecado pervirtió a toda la humanidad, con la agravante de que el pecado es como una especie de enfermedad que obliga al paciente a huir del medico, causando un desorden moral y espiritual que cubre a toda la historia humana, no importa cuan ignorante sea una persona, ella siempre sabrá como pecar, universalmente los seres humanos somos hijos de la ira y la desobediencia, como lo establece en el libro de Efesios el apóstol Pablo, por eso al inicio estamos muertos en delitos y pecados, pero el texto de hoy nos dice que donde abundo el pecado, sobre abundo la gracia, así que si en Adán todos fuimos expulsados del Edén, en Cristo fuimos rescatados y reconducidos al paraíso. En Cristo por la justificación somos libres de la culpa del pecado, por la santificación libres del poder del pecado y por la glorificación cuando Cristo vuelva seremos liberados de la presencia del pecado, en sentido final y absoluto el pecado no tiene existencia propia porque no fue creado por Dios, por eso el pecado desaparecerá, vamos a liberarnos del pecado ahora mismo lanzándonos en los brazos misericordiosos del Señor.
.
OREMOS:
Padre de paz, en nuestra enfermedad espiritual esperamos sanación, queremos buscar al medico que es nuestro salvador y no correr de él, ayúdanos a comprender que lejos de ti no hay ninguna esperanza, pero si nosotros abrimos nuestros corazones al salvador podemos tener el perdón y la salvación eterna, por esto nos entregamos en esta hora a ti. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen