21 de Mayo: Honran con palabras pero no de corazón

Marcos 7:6 “Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito:  Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. “

 

 

 

 

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, una vez más se renuevan las misericordias del Señor en este día y con ellas la oportunidad de reflexionar en los versículos Bíblicos, que nos indican el camino para hacer la voluntad de Dios y así alcanzar la salvación. Compartamos este material y ayudemos al prójimo a progresar en este camino.

 

 

En este versículo encontramos a Jesús en una discusión con los fariseos y los escribas, ellos estaban confrontando a Cristo porque buscaban todas las oportunidades para acusarlo, con el objetivo de matarlo, en este caso la discusión gira en torno a las tradiciones que el pueblo Judío había establecido, y los mandamientos establecidos por Dios, los fariseos y escribas estaban acusando a los apóstoles de Jesucristo, de que ellos no estaban manteniendo sus tradiciones, entonces Jesús responde citando al profeta Isaías, como lo establece el versículo, es una declaración fuerte de parte de Jesús, pero así como esas palabras eran para los fariseos y escribas, también son para nosotros hoy, porque muchas veces intentamos nuestra religiosidad, pero nuestros corazones están lejos de Dios, creemos que la realización externa es suficiente, para satisfacer los requisitos de Dios cuando lo que el busca de nosotros es un cambio interno, la obediencia automática y mecánica que muchas veces demostramos es contraria a la pureza de corazón que Dios busca, muchas veces confundimos actividades y ceremonias con comunión con Dios, por eso hoy precisamos reflexionar sobre nuestras vidas y preguntarnos ¿Nuestros labios están en el mismo lugar que nuestros corazones?, porque si solo utilizamos los labios viviremos en una superficialidad religiosa, pero si nos concentramos en entregar nuestros corazones a Jesús y dejar que el amor de Cristo transforme nuestras vidas, entonces nuestros labios simplemente hablaran de lo que primero relleno nuestro corazón, ese es el deseo de Dios, la verdadera religión comienza en nuestro corazón y se manifiesta en nuestro interior, la verdadera religión es aquella vivida de adentro para fuera, Dios nos Bendecirá, entonces vivamos el evangelio en su esencia, vivamos en comunión con el Señor y nuestras vidas reflejaran esa relación que tenemos con Dios, es el caminar con Cristo lo que a cada día nos transforma haciéndonos parecidos con el, por eso tendremos una vida de Santidad por el poder de Dios.

 

 

OREMOS:

 

Padre querido, gracias porque a pesar de tener un corazón tan malo, tu nos recibes con amor y bondad y además nos ayudar a ser mejores siervos transformándonos en semejantes a ti. Ayúdanos siempre.  Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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