Deuteronomio 4:9 ¨Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, la paz de Dios sea con todos. Gracias por una vez más estar aquí para meditar en la palabra de Dios, este tipo de contactos diarios con la escritura nos beneficia mucho y sin percibirlo va adaptando y moldeando nuestras conductas para hacerlas más semejantes a las actividades que realizaba Jesús nuestro Salvador, todo con el objetivo de obedecer la voluntad de Dios. Compartamos de la manera habitual este material con nuestro prójimo.
En nuestras vidas existen temas de los cuales nunca nos olvidamos y recordamos aquellos momentos como si fueran fotografías, películas que se repiten en nuestra mente, eso tiene que ver con la forma en que creamos nuestra memorias, nuestras memorias son creadas por asociación y por emoción, cuando asociamos una situación a otra, tenemos facilidad de recordar las cosas, la otra forma es cuando relacionamos una emoción a algo que vivimos, y recordamos esa enseñanza con facilidad. Moisés invita a que guardemos las memorias y recordemos las cosas que vivimos, en el caso del pueblo hebreo ellos vivieron experiencias sobrenaturales, por eso debían perpetuar las memorias contándolas a sus descendientes, sin esforzarnos mucho, nosotros podemos recordar muchos momentos en que Dios nos ha bendecido, mirando hacia atrás, no tan lejos, nosotros conseguimos ver las bendiciones de Dios sobre nosotros, la biblia nos indica hoy que debemos contar esas bendiciones, no olvidarlas, sino vamos a dar testimonio, de todo lo que Dios ha hecho en nuestra historia, un habito saludable es sentarnos con nuestros hijos y contarles lo que vivimos en el pasado, y principalmente la manera en la que Dios estuvo a nuestro lado y nos bendijo. Recordemos las bendiciones que Dios nos ha dado, todo eso nos va a permitir cumplir con gusto su voluntad.
OREMOS
Padre querido, colocamos nuestras vidas en tus manos, gracias por obrar en nuestro beneficio tantas veces, fortalécenos para cumplir con gusto tu voluntad. Contribuye con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.