158 Dejando la duda y abrazando la fe

Juan 20:25 ¨ Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. ¨

 

 

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, que la paz de Dios este con todos, que podamos aplicar esa dadiva a nuestras vidas y seamos pacientes en todo momento, porque nuestra acción calmada y paciente nos ayudara a avanzar correctamente por el camino a la salvación. Continuemos como siempre compartiendo este material con nuestro prójimo y así extendamos la cadena de bendición.

 

 

Hoy reflexionaremos un poco sobre la vida de Tomás, cuando somos niños tenemos muchas preguntas, de las cuales esperamos obtener respuesta, y no tenemos problemas en admitir nuestras dudas, pero parece que cuando crecemos queremos saber de todo, y no admitimos nuestras dudas, porque lo vemos como algo vergonzoso, pero ¿La duda es contraria a la fe?, ¿Es malo tener dudas?. La respuesta a esta preguntas es simplemente, no. El ejemplo de Tomas quien paso años siguiendo a Jesús, caminando con el viendo sus milagros y aprendiendo sus enseñanzas, pero al verlo clavado en la cruz, su corazón de lleno de preguntas y su mente de dudas, aquel sábado parecía no acabar, pero imaginemos la sorpresa de Tomas cuando el domingo, con sus esperanzas acabadas, alguien vino a decirle que Jesús había resucitado. Es bueno tener dudas al final, los ignorantes no son aquellos que no tienen dudas, pero si aquellos que teniéndolas no hicieron nada al respecto, por eso Jesús satisfizo a la necesidad de Tomás, en los siguientes versículos, una semana después los apóstoles estaban reunidos en una casa cerrada, y se apareció Jesús y le hablo a Tomás diciéndole que tocara con su dedo el cuerpo del maestro, para que no fuera incrédulo sino un hombre de fe,  por eso no hay problema en tener dudas el único problema es sentirse cómodo con ellas, si nos acostamos a tomar sol en la playa de las dudas, es cierto que no avanzaremos, pero si admitimos llevarlas a Dios y buscamos en su palabra las respuestas que requerimos, entonces creceremos en fe. Quizá no tengamos todas las respuestas pero recibiremos lo necesario para vivir una experiencia victoriosa, no seamos hombres de dudas, sino hombres de fe.

 

 

 

 

OREMOS

 

Padre querido, ayúdanos a tener fe verdadera, incluso sin ver, otórganos esta fe y cambia nuestra actitud, para seguir progresando en tus caminos de la manera correcta. Contribuye con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.

 

Amen.

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