03 de Julio: La voluntad de Dios

Salmos 143:10 ¨Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.¨

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, gracias a Dios podemos continuar preparándonos para el próximo retorno de Jesús, estudiando y meditando en su palabra para poder hacer su voluntad en nuestras vidas. Llevemos esta palabra a nuestro prójimo.

 

 

Esta es una linda suplica, una súplica humilde de un hombre angustiado, en el verso anterior David dice: ¨Líbrame de mis enemigos, oh Jehová; En ti me refugio.¨, David le pide al Señor para ser protegido de sus adversarios, se supone que el salmista de refería a los soldados comandados por Absalón, su hijo ambicioso, en caso de que sea solo esa situación, ese era el gran drama que afligía al Rey David, muchas preguntas venían a su cabeza, será que él debía hacer represalias contra la actitud del hijo, ceder el trono, ¿Qué sería aconsejable en fase de la rebelión?, en situaciones así solo Dios podría guiar a David en el camino a seguir, de allí la súplica que él hace angustiado, ¨Enséñame Señor a hacer tu voluntad, pues tu eres mi Dios¨, en semejanza a David, cuando torturados por problemas angustiantes, debemos pedir a Dios que nos muestre su voluntad, y que sobre todo nos habilite para hacer su voluntad, y él va a capacitarnos para eso. Recordemos la experiencia de Jesús en el Jardín del Getsemaní, sintiendo sobre si la sombra de la cruz, Jesús derramo su alma en oración y agonía, el peso del pecado del mundo entero pesaba sobre sus hombros, y Jesús se sentía debilitado, en ese contexto suplico que si fuera posible aquella hora terrible pasara de él, pero nos consuela el pensamiento de que en el momento de su más profunda agonía, Jesús lanzo mano sobre los recursos infinitos de la oración, es imposible encontrar mejor receta médica que esa para los que están aflictos, Dios es la primera persona a quien nosotros debemos presentar nuestras angustias, quizá no recibamos respuesta inmediata, pero el simple hecho de que le llevemos nuestros problemas al Señor, eso nos hace bien y Jesús, en su caso no solo busco a Dios, él se dispuso a someterse a la voluntad del Padre, Jesús dijo: ¨Que no sea como yo quiero, sino como tú quieres¨, supliquemos a Dios dos cosas en nuestras oraciones, primero que nos haga conocer su voluntad especialmente en los momentos difíciles, y segundo que Dios nos ayude a ejecutar su voluntad, para su gloria y nuestro beneficio, así seremos bendecidos, con las promesas sintetizadas en la palabra de Jesús ¨Porque cualquiera que hiciera las palabras de mi padre ese es mi hermano¨, Dios nos bendiga.

 

 

 

OREMOS

 

Amado Padre, nos colocamos enteramente en tus manos para que se haga tu voluntad en nuestras vidas, capacítanos para entender y ejecutar los actos conforme a tu voluntad y ser mejores siervos cada vez. Ayúdanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.

 

Amen.

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