15 de Septiembre: Tu palabra es luz

Proverbios 2:12-13 “ Para librarte del mal camino, De los hombres que hablan perversidades, ¨ – ¨  Que dejan los caminos derechos, Para andar por sendas tenebrosas;¨

Amados, que la bendición siempre este presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. La palabra bíblica, hará la diferencia en cada día en que la tomamos como instrucción sabia para adornar nuestros caminos.

 

 

Muchas veces nos hemos sentido con necesidad de pasar por un túnel oscuro donde no hay linternas o luces, y descubrimos que no es tarea fácil, tampoco segura, del mismo modo cuando intentamos caminar en el mundo espiritual en la oscuridad el riesgo es mayor, los dos versos del sabio Salomón, hacen un contraste entre un grupo que camina en la luz y otro que camina en la oscuridad, de hecho hay dos caminos el camino del bien y el camino del mal, existen dos patrones de conducta lo correcto y lo incorrecto y los seres humanos caminamos a diario con esas cosas, Jesus hablando sobre aquellos que rechazan su luz, dice que el juzgamiento es este que la luz vino al mundo, pero los hombres amaron mas a las tinieblas que a la luz, porque sus obras eran malas, debido a que quien practica el mal aborrece a la luz, y no se llega a la luz para que sean erguidas sus obras,  andar en la luz quiere decir, basar nuestras vidas en la palabra de Dios, solo ella representa el camino que salva, el camino que conduce a la victoria y vida eterna, ese camino muchas veces en contrario al mundo, el camino estrecho no muchas personas optan por el, pero tengamos la certeza de que Dios esta al frente de ese camino, por esta razón en este camino podemos progresar porque Dios desea darnos vida nueva, a todos los que caminen de su lado, entonces hoy vamos a aceptar la invitación para abandonar el camino de las tinieblas.

 

OREMOS:

 

Padre de amor, ayudanos a mostrar conductas que estén en conformidad a tus previsiones, queremos cumplir cada vez mas tu voluntad Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen

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