11 de Febrero: Entrar en la presencia del Señor

Éxodo 16:6 “ Entonces dijeron Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: En la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto,¨

 

 

 

 

 

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, en la reflexión de ayer, se observó como en ocasiones, somos colocados en el desierto de la prueba, y permitimos que las circunstancias que nos cercan, deterioren nuestra confianza en Dios, porque no basamos nuestra confianza en la promesa que nuestro Padre Celestial hizo, de guiarnos y llevarnos a un final feliz, sino que consideramos una visión errada, generada desde sentimientos negativos causados por experiencias horribles del pasado. Pero requerimos confiar en un Dios TODOPODEROSO, él puede y va a cambiar de agua para vino nuestras circunstancias, tengamos calma, continuemos orando y obedeciendo a su voluntad. Compartamos este material, para ayudar a nuestro prójimo.

 

 

Dios jamás nos abandonará, tengamos fe.  Nuestro esfuerzo será recompensado. El pueblo de Israel fue alimentado por Dios, a ellos les fue enviado el Maná, la pregunta es ¿Si Dios podía alimentarlos, porque motivo no lo hizo antes, sino que espero las murmuraciones?, y él no es Dios por conocer todo lo que necesitamos, sino por habernos creado y esperar nuestro reconocimiento, nuestra obediencia. El problema del pueblo de Israel era que quería tener el favor de Dios pero no se acercaba a su presencia, no querían obedecer, solo se acercaban a él cuando lo necesitaban y de resto vivir conforme a las reglas creadas por ellos mismos, eso debería ser diferente, precisamos permanecer en constante obediencia a las disposiciones de Dios, estudiando, reflexionando, orando, confiando, predicando, involucrándonos en las actividades del evangelio. Cuando nosotros conseguimos actuar con fidelidad y obediencia a Dios, obtendremos grandes resultados, generaremos un vínculo sólido. Lo que debemos aprender de esta instrucción es que Dios siempre está cerca de nosotros, él desea lo mejor para nosotros, él se agrada cuando obedecemos a sus mandatos, y la buena noticia es que esa acción de obediencia es considerada por él. Recordemos que todo pasa en nuestras vidas, pero lo que va a permanecer es Dios y su promesa de salvación. Él nos responderá con certeza, pero antes de eso debemos aproximarnos, mostrar obediencia y así la respuesta pronta y milagrosa llegara.

 

OREMOS:

 

Padre querido, gracias por estar siempre con nosotros, ayúdanos a poder aproximarnos más a ti, conocer y cumplir tu voluntad, y ser mejores siervos, para agradarte siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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