10 de Noviembre: Tristeza según Dios

2 Corintios 7:10 “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. “

 

 

 

 

 

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, Dios nos ama realmente, nos lo demuestra cada día, cada instante, siempre, por eso está plenamente justificado nuestro amor hacia el y la fidelidad al cumplimiento de sus mandatos por nuestra parte. La esencia de la palabra biblia, es el amor y demostramos nuestro amor a Dios cuando amamos al prójimo, así que vamos a darles amor extendiéndoles esta palabra de salvación.

 

 

Existen sentimientos y emociones que aparecen en nuestros corazones como resultado del pecado, las cosas en esa área surgen espontáneamente, y solo tenemos control cuando conseguimos desarrollar nuestra espiritualidad, la Biblia habla de un sentimiento que puede producir una experiencia espiritual positiva o negativa, según el verso bíblico colocado al inicio existen dos tipos de tristeza, la tristeza producida por Dios, que es aquella que sentimos cuando pecamos, y sabemos que hicimos algo equivocado contra Dios, desobedecemos su palabra y esa actitud nos trae un pesar, un constreñimiento, que produce arrepentimiento, aquí existe un ciclo de liberación, nosotros pecamos, quedamos tristes por el pecado, confesamos nuestro pecado a Dios, nos arrepentimos y el pesar desaparece porque recibimos la paz del perdón divino, por otro lado Pablo se refiere a tristeza según el mundo, la tristeza producida por el mundo, que puede durar mucho tiempo, afecta al físico y a las emociones, inclusive puede llevar a alguien a la muerte, porque la tristeza producida por el mundo trae muerte, algo ocurre en nuestras vidas y quedamos enfadados con Dios, nos apartamos de el y allí ocurre la muerte espiritual, eso es lamentable pero guardemos en nuestros corazones esta palabra de Dios para que tengamos calma, porque la tristeza que el Espiritu Santo genera en nosotros tiene por objetivo salvarnos, el objetivo es que reconozcamos nuestra pecaminosidad, que salgamos de una vida de ilusión, y admitamos nuestra debilidad, y que dependemos de Dios, esa tristeza provocada por Dios a nadie trae pesar, por el contrario esa tristeza provocada por Dios en nosotros es para nuestro arrepentimiento, y consecuentemente salvación y perdón. Dios nos bendiga y obedezcamos sus mandatos.

 

 

OREMOS:

 

Padre querido, permítenos disfrutar de esa tristeza que trae salvación, gracias por fortalecernos y llenarnos de paz siempre. Queremos cumplir tu voluntad y ser agradables a ti. Apóyanos siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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