10 de Enero: Rehechos

Jeremías 18:4-6 “Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.”- “Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo:”- “¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.”

 

Amados, que el Señor nos bendiga y su paz este con todos. Es bueno comenzar cada día reflexionando un poco sobre el texto bíblico que indica la palabra de Dios y busca generar en nosotros conductas que marquen la diferencia en términos del mantenimiento de una vida prospera y saludable para así poder glorificar a Dios con nuestros actos. Recordemos además, compartir por todos los medios este material, para así cumplir el mandato de amor al prójimo.

 

 

Quién  ha hecho reformas o modificaciones en casa sabe que es eso, exige trabajo y planeamiento, sea comenzando desde cero o ejecutando a partir de ciertos avances, pero hay que tener clara la diferencia entre reforma y restauración, una reforma es un cambio introducido en algo que necesita dar mejores resultados, por lo tanto es perfeccionado. Ahora, restauración es la reparación de las cosas desgastadas por el uso debido o indebido, con el objeto de componer las cosas afectadas por la destrucción. ¿Cuál de estos conceptos haría parte del plan de Dios para nuestras vidas? ¿Una reforma completa o una restauración de alguna parte?,  en el texto de hoy podemos encontrar respuesta para esta pregunta, en esta presentación del profeta Jeremias la palabra del Señor había impresionado la mente del profeta para que fuere a la casa de un alfarero, llegando alla se pudo contemplar el trabajo de este hábil trabajador, pero el vaso se había dañado en las manos de el, ese termino significa en su significado hebraico CORROMPER, y por el hecho de tan corrupción el vaso requirió ser quebrado y reconstruido, percibamos que el alfarero no reparo la parte dañada, el quebró todo y lo hizo de nuevo, de la misma forma como el alfarero trato el problema de la corrupción, Dios quiere tratar con el problema de nuestra corrupción, entendamos que Dios no esta queriendo reparar partes de nuestra vida, el quiere rehacernos nuevamente, moldear nuestros procederes, llevarnos a un mayor nivel espiritual, el quiere darnos nueva vida, una nueva experiencia, pidamos en oración que Dios reconstruya nuestras vidas.

 

 

 

 

OREMOS:

Padre de amor, gracias por las hermosas maneras en las cuales te manifiestas en nuestras vidas, queremos continuar en obediencia a tus estatutos para ser restaurados de la manera que sea requerida por ti para que seamos agradables a tus fines. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen

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