11 de Enero: Perfectos debemos ser

Mateo 5:48¨ Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.¨

Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Este día debemos practicar la excelencia, nuestro Padre Celestial se siente agradado cuando conseguimos proceder de ese modo, muestra de ello fue que en el contexto del Sermón de la Montaña, Jesús hizo referencia a esta cualidad al explicar principios importantes para la mejora en la calidad de vida de los cristianos..

¿Qué entendemos de la palabra perfección?, puede ser ausencia de defectos, impecabilidad, valores elevados, pronunciada de excelencia, en fin, las concepciones de ese asunto pueden variar conforme al grado de entendimiento de cada uno de nosotros, contodo una cosa es hecho cierto la perfección es algo que debe hacer parte de la vida de alguien que se considera hijo o hija de Dios. ¿Qué será lo que Jesús nos quiere decir con el texto de hoy?, el termino griego para describir perfección, es una palabra que representa una condición de integridad y maduridad, al hablar sobre la perfección Jesús la enseña dentro del contexto del sermón de la montaña, en ese discurso Cristo presenta a sus discípulos como es la vida y cuáles son las características de los ciudadanos del cielo, integridad y maduridad hacen parte de esas características, ser íntegro y maduro en la visión de Cristo, es amar a las personas como Dios nos ama, eso significa que nuestro modelo de integridad y maduridad es el propio Dios. Preguntémonos y sinceramente respondamos ¿Cómo hemos tratado a las personas?, ¿Pagando mal con mal?, sepamos que eso es considerado por Cristo una señal de inmaduridad, busquemos hoy practicar con ayuda de lo alto, íntegramente los estatutos fijados en la biblia.

OREMOS:

Padre de Amor, ayúdanos en este día a tratar bien a las personas, a pagar con el bien en todos los actos que estemos involucrados, contribuye con nosotros para ser mejores continuamente y cumplir tu voluntad. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.

Amen.

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