Proverbios 10:3 “Jehová no dejará padecer hambre al justo;
Mas la iniquidad lanzará a los impíos.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Saludos especiales, en cualquier momento en que tengamos acceso a este material, igualmente seremos bendecidos y llenaremos de bendición las vidas de las personas con las cuales compartamos este mensaje. Ejercitemos entonces, el mandamiento de dar amor al prójimo y extendamos este material por las redes sociales y fuera de ellas dando un ejemplo de conducta ante la sociedad.
Aconteció una vez que, una señora bastante pobre llamo para un programa de radio cristiana pidiendo ayuda, un ateo que escuchaba aquel programa aprovecho aquella ocasión para, ridiculizar la fe cristiana, consiguió la dirección de la señora, llamo a sus secretarios y ordeno que realizaran para ella una gran compra de alimentos en el mercado y que se la llevarán a su hogar, pero con la siguiente orientación, cuando ella preguntará que ¿Quién mando los alimento?, los enviados del ateo contestarán que fue el diablo, la señora alegre abrió la puerta y recibió el presente, la alegría desbordaba aquel momento, mientras los enviados del ateo le preguntaron: Señora, ¿usted no desea saber quién le envió estos alimentos?, acto seguido la señora contestó que no, que ella sabía que Dios los había enviado. De allí nació el titulo para esta entrada, porque cuando Dios manda hasta el diablo obedece. Existen varias promesas bíblicas semejantes a la presentada en el proverbio de hoy, David por ejemplo dijo, en Salmos 37: Ya fui joven y ahora soy viejo, pero nunca vi a un justo desamparado ni a sus hijos mendigando el pan. Una clave para entender esa promesa de abastecimiento de las necesidades es el concepto de justo, pudiéramos pensar que somos pecadores y que por ese motivo Dios no está interesado en suplir nuestras necesidades, pero no es así que funciona, todos nosotros somos pecadores, esta es una realidad que la biblia nos presenta, no existe un ser humano en la tierra que sea perfecto, todos nacemos pecadores y por eso acabamos cometiendo actos malos, la justicia de la que el texto trata, no se refiere a las personas que pararon de pecar, pero si a personas que aceptaron a Cristo y entendieron su acto sustitutivo en la cruz y por eso abrieron sus corazones, para que el asumiere el trono en sus vidas, si nosotros estuviéremos con las vidas en las manos de Dios, ni el diablo conseguirá estorbarnos ni obstaculizar nuestro progreso, por tanto mantengamos a Cristo en nuestros corazones y él va a cuidar de todo el restante.
OREMOS:
Padre de amor, gracias por tu promesa de que nada va a faltarnos, que cuidaras de todas nuestras necesidades, colocamos nuestras vidas en tus manos, queremos hacer tu voluntad. Contribuye con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen