2 Crónicas 25:1-2 “De veinticinco años era Amasías cuando comenzó a reinar, y veintinueve años reinó en Jerusalén; el nombre de su madre fue Joadán, de Jerusalén. “ – “Hizo él lo recto ante los ojos de Jehová, aunque no de perfecto corazón. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, precisamos tener calma, mantener la fe en nuestro Dios, saber que si estamos con él, las cosas que ocurran serán para nuestro bienestar, por tanto no desanimemos o caigamos en malos estados, estemos siempre de buen ánimo, por ahora disfrutemos este pequeño instante donde podemos reflexionar sobre la palabra de Dios para aplicarla a nuestras vidas. Compartamos este material, para ayudar a que nuestro prójimo llegue a los caminos de Dios.
Como hemos visto el texto bíblico se refiere a un rey llamado Amasias de Jerusalem, el comenzó a reinar con veinticinco años, era joven y normalmente dicen que una persona es joven si esta en el rango de edad entre 15 y 35 años, entonces Amasias estaba en el auge de la juventud cuando comenzó a reinar y tenia 25 años, reino 29 años en Jerusalem, pero hizo lo que era correcto ante los ojos de Dios, pero no perfecto de corazón. Nosotros que conocemos la biblia sabemos que generalmente cuando la historia de un rey es presentada, los autores comienzan hablando de la manera de como el rey se relacionó con Dios, y generalmente hay una de estas dos expresiones ¨Hizo lo que era recto ante los ojos del Señor¨ o ¨ hizo lo que era malo a los ojos del Señor ¨, cuando se refiere a la primera expresión se indica que fue obediente a Dios, tuvo Juicio, coloco la voluntad de Dios en primer lugar, pero cuando el texto establece la segunda de las expresiones mencionadas, es exactamente la idea contraria, ósea que abandono e ignoro los consejos de Dios, y normalmente cuando el rey obedecía a Dios el pueblo lo seguía, cuando el rey se desviaba de Dios el pueblo caía en apostasía, en el caso de Amasias el hizo lo que era recto por ante los ojos de Dios, pero no de buen corazón, ósea que no lo hizo con sinceridad, es posible que allá sido aprobado por los hombres, pero fue reprobado por Dios, porque Dios ve más allá de lo que los ojos miran, nuestro Dios ve más que actos, oye más que palabras, Dios sabe lo que está en nuestro corazón, creamos en eso, porque para Dios más importante que nuestras realizaciones son nuestras motivaciones, ellas son los motivos que están detrás de nuestras acciones, no basta servir a Dios, hay que servirlo de todo corazón, es necesario servir con sinceridad, no basta la aprobación de los hombres, requerimos la aprobación de Dios porque de él venimos y a él regresaremos, un día todos estaremos en la presencia del Señor y rendiremos cuentas ante él, respecto a nuestra forma de vida. Dios tenga misericordia de nosotros y que el Espiritu Santo convierta nuestros corazones, al Señor para que vivamos en fidelidad a Dios, para que seamos retos de corazon y sirvamos a Dios de todo corazon.
OREMOS:
Padre querido, gracias por este maravilloso momento en el cual podemos meditar en tu palabras, ayudanos a hacer tu voluntad y a servirte de todo corazon sinceramente, para que podamos convertirnos en siervos agradables a ti. Contribuye con nosotros siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.