Una corriente de bendición

02 de Noviembre: Responsabilidad de la adversidad

Isaías 45:7 ¨ que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto.¨

 

Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. El estudio de la palabra biblia, exige un cierto grado de paciencia, sabiduría e inteligencia, de nada sirve compartir un mensaje que no comprendemos correctamente, pondamos atención para comprender y poder compartir la palabra.

 

 

Existen versículos mas complejos que otros, por ejemplo el que encabeza el material de hoy, es uno de ellos que es utilizado de forma aislada y fuera de contexto para confundir al prójimo, para sugerir afirmaciones que el texto nunca tuvo pretensiones de hacer, pero ¿Cómo entender estas indicaciones?, primeramente requerimos entender que filosóficamente, el mal puede ser entendido de tres formas, el aspecto mal moral, mal subjetivo y mal calamitoso,  el mal moral es la degradación de valores en la moralidad de los principios, el mal subjetivo tiene que ver con las cosas que personalmente no hacen bien, el mal calamitoso es el que se atribuye a una calamidad, pero el mal al cual se refiere el versículo de hoy, es un mal que presenta la gran calamidad que sobrevendría al pueblo de Dios ante Babilonia, Isaias estaba presentando aquí que el Dios permitiría que aquello aconteciera. Algunos han pensado que las adversidades que estamos enfrentando son responsabilidad de Satanás, pero a veces son causadas por nosotros mismos y a veces hasta por el mismo Dios, muchas veces el sufrimiento es una especie de megáfono que Dios utiliza para alertar a este mundo ensordecido, por eso requerimos pedir ayuda a Dios para conseguir superar agarrados de su mano a las adversidades, de las mas pequeñas a las mas grandes, porque Dios puede hacer que esas situaciones sean una bendición para nosotros.

 

 

 

OREMOS:

 

Padre de Amor, gracias por tu palabra, por amarnos de una manera tan especial, sabemos que en silencio haces cosas por nuestro bienestar y que solo debemos esperar manteniéndonos en el camino adecuado que nos lleve hacia la salvación. Contribuye con nosotros. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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