Génesis 39:9 ¨ No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?¨
Que la paz de Dios sea con todos, así saludaba Jesús a sus discípulos, y esa costumbre hemos tomado nosotros para saludarnos, felicitaciones por mantenerse firme en el estudio de la palabra bíblica, ese conocimiento nos hace responsables de dar una aplicación correcta de estos consejos a nuestras vidas. Compartamos este material con nuestro prójimo.
La honestidad es sin duda, una virtud, un valor humano, es divertido que a veces en algunos lugares la deshonestidad es vista como algo atractivo, y, positivo, muchas veces, una persona deshonesta es vista como alguien inteligente, como algunos lo llaman, sin embargo, en la biblia, es presentado un personaje con quien la palabra deshonestidad no funciona de manera alguna, no se ajusta en su personaje, este personaje es José. José en el exacto momento relatado en el verso, ya siendo esclavo en las tierras de Egipto, él tuvo la posibilidad de tener ventaja, o sacar provecho entre comillas, sobre su amo, pero en ese momento de tentación sus palabras fueron ¨¡Como podría yo hacer cosa tan inmoral, y, pecar contra Dios?¨, si José nunca se hubiera preparado para ese momento, probablemente el no conseguiría resistir a los llamados de la esposa de Potifar, La conducta de José fue resultado de una vida de negación a hacer lo que es malo, las pequeñas cosas, las pequeñas oportunidades son las que van a colocarnos en prueba, dicen que la oportunidad hace al ladrón, el corazón requiere ser fortalecido como dice José, y en el momento de la decisión es necesario permanecer del lado de Dios, y de lo correcto, la más fuerte tentación no es exculpa, o es disculpa para el pecado, no importa cuán severa sea la presión ejercida sobre nosotros, el pecado siempre será la peor de las opciones, a lo largo de este día recordemos que como José, somos tentados en todos los momentos, perro como el, debemos permanecer fieles, y leales, al Señor, y ciertamente, recibiremos bendiciones.
OREMOS:
Padre Adorado, gracias por darnos esta orientación de ser fieles a ti para ser bendecidos, cuidanos para mantenernos avanzando en tus caminos, dando testimonio de las cosas buenas que haces en nuestras vidas. Ayúdanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén