Juan 8:11 ¨Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, hoy es un día maravilloso, un día para asumir nuevos retos, un día para superar nuevas situaciones, teniendo presente que con perseverancia y tranquilidad lo lograremos en el nombre de Jesús, en este sentido atendamos a lo que nos indica Jesús nuestro Salvador, en el versículo Juan 16:33 ¨Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.¨, por todo lo indicado, sigamos el ejemplo de Jesús quien obedeció los mandatos del Padre, y al proceder correctamente, logró vencer. Llevemos a todo lugar este mensaje, prediquemos sobre estas buenas cosas que aprendemos, porque cuando compartimos este tipo de materiales, bendecimos a otros.
Este texto bíblico está dentro de un contexto donde una mujer fue encontrada en flagrancia cometiendo adulterio y fue llevada ante Jesús con la sugerencia de que ella fuere apedreada, en Israel las piedras abundan, el material más común de construcción era la piedra así era en el pasado y así es hoy, a pesar de las canteras y minas actuales, las piedras de viejas edificaciones aún son utilizadas en los edificios nuevos, lamentablemente si las piedras servían y sirven para construir casas, ellas han sido usadas para destruir personas, con tantas piedras no es de admirar que las personas hicieran justicia tirando piedras, pero hubo un maestro que no tiro piedra, y conocemos la historia, vamos a recordarlo: cierta mañana Jesús se dirigía a templo donde el pueblo se reunió para oírlo, entonces los líderes religiosos de Jerusalén con piedras en las manos, ellos llevaron a una mujer sorprendida en el acto de adulterio, medio desnuda ¿debía ser apedreada o liberada? Esa pregunta era una trampa, si él sugería que debían apedrearla estaría contradiciendo el mensaje de perdón y de gracia que el predicaba, pero por otro lado si Jesús dijera para no apedrear a la mujer estaría negando la ley y podria ser acusado de transgresor, el dilema parecía insoluble pero Jesús, era mas sabio que sus acusadores, Jesús se inclinó y comenzó a escribir con el dedo y por fin se levantó, y dio el veredicto: «Si alguno de ustedes estuviere sin pecados, sea el primero en tirar la piedra en ella» , y el volvió a escribir en el cielo, y sintiéndose tan desnudos y expuestos como aquella mujer, sus acusadores soltaron las piedras y se fueron retirando poco a poco, Jesús se levantó y le pregunto a la mujer «¿Dónde están tus acusadores?, ¿Nadie te condeno?» ella contesto que nadie y Jesús le dijo: «Yo tampoco te condeno, ahora vete y abandona tu vida de pecado», esto nos invita a experimentar hoy el poder de Dios y vivir en santidad. Si obedecemos a Dios seremos bendecidos.
OREMOS
Amado Padre, te alabamos por tu gran amor y enseñanza que nos das, contribuye con nosotros, guíanos para tener una mejor conducta y mejorar constantemente en lo que hagamos.. Ampáranos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.