Juan 16:32 ¨ He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, es un verdadero placer compartir en este día, donde todos los que acuden a meditar en estas reflexiones muestran mediante esa conducta que aprecian las cosas buenas, por eso mantengámonos en las paz de Dios, respiremos profundamente en 5 oportunidades, inhalando y exhalando, acto seguido sonriamos durante 1 minuto, y pensemos en las promesas de Dios, porque somos importantes y especiales para Dios, por esa razón precisamos buscarlo cada vez más. Difundamos este material, ya que todos somos invitados a compartir esta esperanza con nuestro prójimo.
Muchas veces nos sentimos solitarios sin importar la condición financiera y aunque estemos rodeados por muchas personas, o vivamos en grandes ciudades, rodeados por millones de habitantes, y a menudo en casas buenas y grandes, ese vacío común a todos los seres humanos no es una cuestión psicológica, eso es sin duda un problema espiritual causado por nuestra separación de Dios, los intentos de sofocar el sentimiento de soledad, son vanas e inútiles porque el vacío siempre retorna, apartarse de Dios acaba causando aislamiento, y soledad, la única manera de acabar con ese tipo de soledad que algunos llaman soledad cósmica, es buscando a Dios para conseguir compañerismo, el Señor promete ¨Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;¨, eso está escrito en Hebreos 13:5, esta es una promesa valiosa en momentos de depresión y de ansiedad, y parece ser una referencia al texto de Deuteronomio 31:6, que también es especial, donde el Señor dice: ¨Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.¨, Jesús en la hora de mayor dificultad fue abandonado por sus discípulos, como lo había profetizado, pero la ausencia de auxilio humano fue contrarrestada por la presencia del Padre Celestial, cuando Cristo estaba en el Getsemaní, antes de la Cruz, los discípulos dormían pero el Padre Celestial estaba allí con su hijo, y esa misma presencia es prometida a todos nosotros, el Señor garantiza que no nos olvidara, si creemos en eso, entonces vamos a sentirnos bien acompañados hoy, porque el Señor está con nosotros, en la incerteza del camino, tenemos la certeza de un inseparable amigo.
OREMOS
Amado Padre, te glorificamos Señor, por la convicción plena de que no estamos solos, siempre estas con nosotros y tu mano siempre nos conduce. Ayúdanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.