Lucas 19:45-46 ¨ Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él, ¨ – ¨ diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. ¨
La paz del Señor sea con todos. Felicidades por estar aquí, meditando en la palabra de Dios, esto realmente es agradable y nos lleva a todos a un nivel espiritual. Compartamos este material para bendecir la vida de otras personas.
La decencia y el orden forman parte del plan de Dios para la raza humana, pero muchos han convertido el nombre de Dios en un desorden, al punto de querer comercializarlo. Jesús expulso a los cambistas, a los vendedores del templo por dos veces, al inicio y al final de su ministerio, eso significa que Jesús no quiere que mezclemos religión con ventas, sobre todo dentro de la iglesia, Jesús, él no quiere que convirtamos la religión en un producto a ser comercializado, él no quiere que las personas consuman una marca llamada ¨Jesús¨, como un carro o una ropa, eso no quiere decir que no podamos usar ropas con versos bíblicos, esas prendas de vestir son útiles porque nos permiten predicar sin abrir la boca, pero aquí lo que Jesús está condenando es que el no acepta, no se agrada, cuando comercializamos la fe y la religión. Existe decencia y orden de parte de Dios y nosotros como hijos debemos cuidar de eso, con Dios no se juega, existen muchas personas que usan el nombre de Jesús para ganar dinero, comercializar el nombre de Dios y hacer de la casa de Dios, un centro comercial, y lo correcto es que ese lugar sea un sitio de alivio, paz y ejercicio de la fe. Seamos muy prudentes, cuidadosos, delicados, hacer las cosas como son, respetar los lugares. No precisamos comercializar a Dios, él es nuestro Padre, nos ama, cuida y favorece, solo obedezcamos su voluntad.
OREMOS:
Padre Querido, llenos de gozo venimos a agradecerte por todas las cosas que haces por nosotros, queremos seguirte obedeciendo y ser mejores siervos cada día. Contribuye con nosotros. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen