81. Corazón de niño

Mateo 18:3 ¨ y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. ¨

La paz del Señor sea con todos. Debemos estar llenos de gozo y repletos de paz, porque la verdadera felicidad está en permanecer en la presencia de Dios, junto a él a nada precisamos temer, pero si precisamos cumplir su voluntad y ser obedientes, para recibir su apoyo siempre. Difundamos este material por todos los medios posibles y de todas las maneras que podamos, así estaremos bendiciendo la vida de nuestro prójimo.

 

 

Los discípulos fueron hasta Jesús para preguntar: ¨Maestro, ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?¨. Desde que el mundo es mundo, las personas se preocupan por tener posiciones de honra, busca valorar el ¨Yo¨, desean destacarse, ser admiradas por aquellos que están a su alrededor, quizá los discípulos estaban esperando una respuesta ligada a algún tipo de mérito, quizá esperaban que Jesús dijera que el mayor seria quien hubiera donado más, o que hubiese pasado más tiempo orando en el templo, pero para sorpresa de todos Jesús llamo a un niño, la coloco en medio de los doce y entonces, respondió: ¨Aquel que fuera como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos¨. ¿Nos hemos detenido a pensar en esas palabras de Jesús?, todos un día fuimos niños y conocemos la inocencia de un niño, ciertamente en algún momento de nuestra infancia seguro tuvimos un amigo o hasta un hermano que nos hizo llorar, que nos lastimo de alguna forma. ¿Cuánto tiempo quedamos molestos?, seguramente fue poco tiempo, y ya estábamos alegres y jugando de nuevo con la otra persona, como que si nada hubiese ocurrido,  y es que a diferencia de los adultos, los niños saben perdonar con facilidad, los niños no tienen prejuicios, no tienen ambiciones, no guardan resentimientos.  Jesús no estaba diciendo que los adultos debían ser infantiles, pero si que deberían buscar la humildad que un día perdieron, cuando la ambición por la tierra, el poder, la gloria, toco la puerta del corazón, los niños confían en sus padres, ellas se alegran con poco y se entristecen cuando ven el sufrimiento de otras personas, ese es nuestro desafío hoy, amar como niños, perdonar como niños, confiar como niños, y así como un niño confía en su padre sin dificultad, nosotros tenemos que confiar en nuestro Padre Celestial, ese será nuestro desafío, y lograremos ver que pronto Jesús regresara, y requerimos tener ese corazón de niños, perdonar rápido, no guardar resentimiento, y lo más importante obedecer a nuestro Padre Celestial, en wel cual debemos confiar sin problemas.

 

 

 

OREMOS:

Padre Querido, gracias por la enseñanza que nos revelas hoy, según la cual precisamos recuperar la humildad perdida, poder confiar en ti sin problemas y obedecerte en todo, para así lograr tener un corazón como el de un niño y poder alcanzar el cielo. Contribuye con nosotros. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo.

Oración por Venezuela

Amen

Dejar una contestacion