80. El Camino para vencer el miedo

Mateo 14:31 ¨ Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?¨

 

 

 

La paz del Señor sea con todos. Dios nos ama, por ese motivo nos invita constantemente a aceptarle y seguir su voluntad para tener una mejor vida, él es un caballero y no nos obliga a seguirlo, sino que nos da libertad para elegir, sin embargo, nos otorga sabiduría para valorar todos los beneficios que nos trae el hecho de abrir nuestros corazones a Cristo y seguir su ejemplo de obediencia a la voluntad de Dios. Difundamos este mensaje por todas las maneras posibles y en todos los medios disponibles, sin duda realizando esta actividad estaremos demostrando nuestro amor al prójimo.

 

 

La primera reacción de un bebe al nacer es llorar, inclusive si un bebe no llora al nacer es una señal mala, cuando ese bebe crece y se convierte en un niño o niña, él tiene miedos diversos, y es preciso enseñarle a no tener miedo, el llanto y el miedo nos acompañan toda la vida, desde nuestro nacimiento, es por eso que tener miedo es normal, si el miedo se incrementa en nosotros al punto de dominar nuestras vidas, entonces es perjudicial, por eso es que surge la necesidad de calmarlo y controlarlo, para tener una vida mejor. Ahora si pueden existir momento en nuestras vidas en los cuales no debemos tener miedo, estos momentos en que no precisamos tener miedo es cuando estamos mirando directamente a Cristo y siguiendo la voluntad de Dios. Después de un día de intensa predica, Jesús despidió a la multitud y fue a orar, al retirarse, los discípulos quedaron solos y comenzaron a atravesar el mar en la barca, al caer la tarde los discípulos notaron que algo se aproximaba, venia sobre las aguas, ellos pensaron que era un fantasma, se asustaron pero era el propio Jesús, Pedro pidió para ir hacia él. Jesús agarro a Pedro lo llevo a un lugar seguro e hizo al viento cesar, si existe un momento en que no requerimos tener miedo, ese momento es en el que estamos mirando hacia Cristo, quizá estemos prestando atención al viento o a las olas de nuestras vidas, pero hoy la invitación es a mirar fijamente hacia Jesús. Es verdad que en todo momento tendremos problemas, adversidades, amenazas que buscan quitarnos nuestra paz, pero que nuestros ojos no deben estar en la tempestad, ni en el viento, ni en las olas, vamos a fijar nuestra mirada en el maestro, y al ver a Jesús tendremos toda la protección y seguridad, que requerimos para continuar avanzando.

 

 

 

OREMOS:

Padre querido, queremos obtener esa salvación, para poder vencer al miedo, que aunque es natural puede resultar perjudicial para nuestra salud, ayúdanos a siempre mirar a Cristo, a seguir su ejemplo de obediencia a tu voluntad, y ser bendecidos en abundancia. Colabora con nosotros siempre. Son las peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.

Oración por Venezuela

Amén.

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