Lucas 19:5-6 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. “ – “Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, empezar un nuevo día atento a las disposiciones de Dios, es algo beneficioso para nuestro avance en el camino a la salvación, para que sigamos realizando la voluntad del Padre Celestial, para que podamos ganar más almas para que anden en los caminos de esperanza, por tal motivo, compartamos este material para que más personas puedan ser beneficiadas por el mensaje de Dios.
Es bueno cuando recibimos en casa a ciertos amigos, en ese sentido: ¿Ya imaginamos como seria recibir al mejor amigo de todos?, Jesús es invitado a estar en nuestros hogares, solo basta que nosotros aceptemos. En estos versos Jesús fue a la ciudad de Zaqueo en Jericó, además de eso Jesús encontró a un ciego llamado Bartimeo, y al hombre llamado Zaqueo, entonces en un determinado momento Jesús detiene el cortejo y mira hacia arriba donde Zaqueo está en un árbol y le dice: ¨Hoy Zaqueo quiero visitarte y dormir en tu casa¨, entones Zaqueo bajo rápidamente y con alegría lo recibió, ahora ¿Cuándo Jesús nos dice algo vamos rápidamente a atenderlo de manera alegre o vamos malhumorados y murmurando?, si actuamos de esta segunda manera nosotros no amamos a Jesús de corazón. Del mismo modo que el maestro dijo a Zaqueo, allá en Jericó hace mucho tiempo: ¨ Yo quiero ir a tu casa y quedarme contigo ¨, el Señor Jesús nos dice hoy: ¨ Quiero estar con ustedes, en sus casas ¨, además él es nuestra puerta a la salvación y toca nuestra puerta, en el texto contenido en Apocalipsis 3:20, Jesús dice: ¨ He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. ¨, así Jesús nos dice que él está en la puerta de nuestras casas, en la puerta de nuestras vidas, en las puertas de nuestros corazones esperando entrar, solicitando admisión, y si nosotros oímos su voz y abrimos la puerta, Jesús entra y cena con nosotros, en otras palabras tendremos una relación intensa con Jesús, aceptemos entonces la bendición de Dios, hagamos como Zaqueo y atendamos rápidamente el llamado, de buen ánimo y con alegría, de ese modo como fue transformada la vida de Zaqueo, será transformada nuestra vida también.
OREMOS:
Padre querido, estamos aquí y nuestro corazón esta abierto para ti, para que hagas morada en nosotros, para que estés en nuestros hogares y en todo lugar que frecuentemos, requerimos cumplir tu voluntad de la mejor manera posible y ser considerados por ti unos siervos agradables. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.