Números 28:1-2 “Habló Jehová a Moisés, diciendo:“ – “Manda a los hijos de Israel, y diles: Mi ofrenda, mi pan con mis ofrendas encendidas en olor grato a mí, guardaréis, ofreciéndomelo a su tiempo. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, precisamos empezar cada día si posible en el estudio de la palabra de Dios, porque nos aporta muchos beneficios, aunque si realizamos estos estudios en cualquier otro horario, la palabra de Dios hará cosas buenas por nosotros de igual manera, así necesitamos compartir este mensaje y hacer crecer la cadena de bendición, para que más personas lleguen a los caminos del Señor.
Antes de Jesus venir a esta tierra en forma de bebe, ya Dios se comunicaba con sus elegidos, para que preparasen todo lo necesario. Y por medio de todos los sacrificios que diariamente eran hechos, las ofertas, las fiestas, y ese tipo de actuaciones, estaba siendo predicada la gracia que vendría mediante Jesús y mediante las acciones del pueblo hebreo Dios podía hacerse presente y habitar entre ellos, ese era un pedido divino, las ofertas deberían ser diarias, un sacrificio de mañana y otro sacrificio en la tarde, el fuego del sacrificio estaría siempre encendido dentro del santuario, los sacrificios de luna nueva que antecederían a la pascua, todas esas celebraciones deberían ser bien organizadas, porque eso apuntaba hacia Cristo en algún aspecto respecto a la obra que realizaría, mediante esas acciones Dios les indicaba que vendría a la tierra en sacrificio, para finalmente dar a la humanidad la salvación necesaria, la primera venida de Cristo a este mundo ya ocurrió hace más o menos dos mil años, pero nuestro deber en este día es aceptar el sacrificio de Jesús, así como Israel aceptaba los sacrificios del santuario, hoy no es necesario dejar encendido el fuego del sacrificio, pero si es necesario mantener encendida la esperanza de la venida de Jesús, y la certeza de que él regresara para completar la obra que inicio, los sacrificios apuntaban para su primera venida, ahora nosotros esperamos su segunda venida, y si en la primera venida el garantizo salvarnos y establecer el reino de la gracia, en la segunda venida, el vuelve para rescatarnos, del pecado y establecer el reino de la gloria, si estamos preparados para ese reino, vamos a orar para que Dios nos conduzca este día y nos permita tomar buenas decisiones.
OREMOS:
Padre querido, gracias por tus bendiciones, cuidado y protección, colocamos nuestras vidas en tus manos, rogamos que nos conduzcas y nos permitas agradarte con nuestras acciones. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.