Génesis 35:1-2 “ Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú. ¨ – “ Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, no existe cosa más linda y especial que lo que hacemos de cada día buscar un tiempo para reflexionar en la palabra de Dios, puesto a que esta práctica continua nos permitirá tener una mejor vida, ajustada a la realización de la voluntad de Dios. Compartamos este material para que la bendición se extienda a nuestro prójimo.
Delante de ese llamado de Dios para ser bendecido, ¿Cuál fue la reacción de Jacob?, ¿Fue justo lo que ocurrió antes?. Todos nosotros tenemos un trono en nuestro corazón, y en ese trono todos los días al frente de cada decisión que tomamos, escogemos quien se sienta en él, y basado en quien ocupa ese lugar y se sienta en el trono de nuestro corazón serán nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras decisiones, nuestra voluntad, pero el problema es que como Jacob y su familia muchas veces el trono de nuestro corazón es ocupado por otros ídolos, por ejemplo las actividades que realizamos a diario y de ellas pueden desprenderse sentimientos negativos y en esa línea son muchas cosas que pueden sentarse en el trono de nuestro corazón y ocupar el lugar que pertenece al Señor, esas cuestiones son llamadas de ídolos, porque un ídolo es todo aquello que toma el lugar de Dios, pero el Señor en su gran misericordia nos invita a mirarlo, él no puede bendecirnos si no removemos esos ídolos de nuestro corazón, y le devolvamos el lugar que pertenece a Dios, eso es lo que el padre nos dice hoy y requerimos hacer una reflexión, la cuestión es ¿Quién se sentara en el trono de nuestros corazones?. ¿Quién va a comandar nuestros pensamientos?. ¿Quién va a comandar nuestras vidas?. La invitación es que devolvamos a Dios el lugar que le pertenece, porque lo que hace a un trono, es el rey que se sienta en él, las cosas intentaran ocupar ese lugar pero serán pasajeras, pero el reino de Dios es eterno, es por eso que en estos versículos que Dios bendijo a Jacob y su bendición se extendió por tantas generaciones, que nosotros continuamos con esa posibilidad, así es la bendición del Señor, entonces reflexionemos sobre ¿Quién está sentado en el trono de nuestros corazones?, la bendición de Dios va a recaer sobre nuestras vidas y las de nuestros descendientes, si fuere el quien ocupase este lugar.
OREMOS:
Padre querido, no permitas que ningún ídolo ocupe el lugar de nuestros corazones que solo te pertenece a ti. Queremos continuar avanzando en este camino por la salvación, haciendo tu voluntad, mejorando cada vez para ser siervos agradables a ti. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.